Salir a la Superficie ✔️

Capítulo 11

Astrid:

Bien, ¿Qué puedo decir de esta semana? Ha sido... Diferente, por muchas cosas.Primero, Matti sigue siendo igual de lindo, pero ahora creo que están naciendo en mí sentimientos hacia él.Segundo, mi madre fue hospitalizada por no tomar sus medicamentos antidepresivos.Y tercero, tengo la desgracia de que no tengo tema para el dichoso ensayo.

A pesar de lo que sucedió con mi madre, no me afectó, o bueno, al menos no como hace algún tiempo me hubiese afectado. Las cosas han cambiado, no solo gracias a Matti, siento y podría decir que tengo la total certeza de que estoy mejorando por mí misma.

Sin duda, Matti ha sido como un balde de agua caliente en una piscina sin fondo de agua helada. Ha sido esa agua que, me ha ayudado de no morir de hipotermia. Lo sé, fue un pésimo ejemplo, pero es así como lo siento. Como mi salvavidas.

Últimamente, he sentido las típicas mariposas en el estómago, pero tengo miedo. Miedo a sentir de nuevo eso con tanta intensidad y que termine lastimada de nuevo. En fin, luego veremos qué pasa con él, aún no le he dicho estos sentimientos, pero... Puede que algún día lo haga.

Justo ahora estoy por finalizar la jornada del día viernes, para tener un estupendo y maravilloso fin de semana, (nótese el sarcasmo), aunque no todo es malo, el domingo me iré de campamento con Matti, Lu y Pat. Luna iba a ir, pero tiene proyecto grupal y decidió no ir. Nadie sabe, a excepción de Lu que el lunes es mi cumpleaños.

Para ser sincera, desde hace mucho tiempo mi cumpleaños no es algo que me agrade celebrar, es por eso que no suelo decirles a los demás mi fecha de cumpleaños.

Suena la campana que marca el final de la jornada y recojo mis cosas para dirigirme a mi casillero. Comencé a guardar y colocar en orden las cosas que no me llevaría a casa, estaba tan inmersa en eso que no sentí la presencia que estaba detrás de mí, hasta que sentí una respiración en mi nuca.

—¡Ah! Por Dios que... — no termine de hablar, debido a que sentí unos brazos rodearme la cintura.

—Tranquila, preciosa soy yo —dijo dándome un beso en la mejilla.

—Hola Matti, ¿Qué haces aquí?

—Bueno, si quieres me voy - dijo empezando a soltar su agarre.

— ¡No! - dije girándome para abrazarlo a él por la cintura - Mi pregunta iba más referida a que es viernes, y tú los viernes tienes prácticas, ¿no es así?

—Si bueno, cancelaron las de hoy, así que vine para ver si a una señorita de ojos grises hermosos acepta ir al cine conmigo ahora.

—Mmm, bueno, no lo sé, la chica de ojos grises que tú dices, debe pensárselo bien, ya que tiene demasiada tarea y si quiere ir a acampar el domingo debe terminar esas tareas, al tiempo.

—Ya, que te parece sí... Vamos a tu casa y vemos la película ahí, mientras tú... Haces tu tarea.

—Ah, ¿Era yo la chica de ojos grises? - dije con una sonrisa divertida.

—Pues claro, no conozco a otra chica de ojos grises hermosos. — dijo apretando su abrazo.

—Bueno, nunca se sabe. — me encogí de hombros.

— ¿A qué te refieres?

—No, no a nada. Olvídalo. — dije al separarme de él.

—As, ¿A qué te refieres?

—Dije que lo olvidarás - él me dio una mirada de que seguiría preguntando, así que proseguí— Bueno, ya sabes, creo que es obvio que tienes una gran reputación aquí. De hecho, debido a esa reputación, no entiendo que mierda haces aquí conmigo.

Dije mientras me giraba para cerrar mi casillero. Cuando lo cerré Matti me tomó del brazo para girarme y así quedar frente a frente.

— ¿Aún no lo entiendes?

— ¿Entender qué?

—Que desde el primer día que te vi me tienes flechado, que desde la primera vez que vi esos ojos no he tenido las ganas de ver otros ojos que no sean los tuyos. Que...

— ¿Qué? - dije para que prosiguiera.

—Que... Me estoy enamorando de ti y no quiero que nadie más que tú, este conmigo ahora.

¿Acaso dijo que esta...?

Si querida Astrid, dijo que está enamorado de ti.

Mierda.

✨✨✨✨✨
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