Astrid es una chica que ha sufrido.
Matthias es un chico que apenas esta terminando de conocerse.
Astrid tiene un pasado doloroso.
Matthias tiene un pasado lleno de malas experiencias.
Astrid esta hundida.
Matthias estuvo hundido.
Ambos son unos j...
No sé qué decirle, estoy entrando en pánico. Quiero decirle que también me gusta y que me estoy enamorando de él, pero no puedo.Vamos tonta, dile algo antes de que piense que no sientes nada por él.
—Lo siento.
A veces me pregunto si yo debería ser tu conciencia, ¿Estás drogada? ¿Cómo le dices eso?
Cállate.
— ¿Lo sientes? ¿Qué sientes?
—Haber mencionado, bueno eso.
—Joder As, me estás volviendo loco.
— ¿Por qué?
—Solo eso dirás después de lo que te dije. ¿Acaso no sientes lo mismo que yo? - desvíe la mirada, mordiéndome el labio - No me mientas, sé que si lo sientes.
— ¿Cómo estás tan seguro? – dije cruzándome de brazos para aparentar indiferencia.
—Porque si no fuera así, no te pondrías nerviosa cuando estoy así - se acerca lentamente hacia mí, tanto que nuestras respiraciones se mezclan— tan cerca de ti.
Colocó una mano a un lado de mi cara para apoyarse en el casillero que estaba a mis espaldas. A pesar de que estaba muy nerviosa por su cercanía, no quería que se alejará.
Él bajo su mirada a mis labios y luego la subió a mis ojos. Cuando hice contacto visual con ellos sentí como si estuviera pidiendo permiso para hacer algo.
Por inercia, me acerqué a él, dándole así a entender que quería besarlo. Matti con su otra mano acuno una de mis mejillas y en cuestión de segundos, sus labios se estrellaron contra los míos. Nunca creí sentir tanto en un beso, estaba a poco de desmayarme ahí mismo, si no fuera porque él había cambiado el lugar de su mano a mi cintura, ya estaría en el suelo.
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Matthias:
No lo puedo creer.
Créelo hermano.
Estoy besando a la chica que me trae loco. Joder, se siente tan bien. Me imaginé miles de situaciones donde la besaba y el imaginarme besándola me hacía sentir centenas de cosas. Pero nada, absolutamente nada comparado con esta sensación.
Juro que es inexplicable como me siento ahora.
Sentir sus labios sobre los míos, los delicados roces, y que en algún momento del beso nuestras lenguas choquen. Realmente es algo que jamás había sentido.
Pero no todo lo bueno dura para siempre, ambos necesitamos de oxígeno, así que por obvias razones tuvimos que separarnos para poder respirar.
—Wow —dije y apoyé mi frente en la suya. Ella sonrió.
—Sí, wow. — dijo separándose, y me miró. Pero bajo rápidamente la mirada.
—Oye - coloqué mis dedos en su barbilla para obligarla a verme. — ¿Qué pasa?
—Nada, solo... — ella dudó en seguir, pero busqué su mirada para qué continuará - Agh, solo se sintió muy bien.
Sonreí como un tonto ante lo que dijo y mi sonrisa se extendió más al notar lo sonrojada que estaba.
—No me mires así - dijo dándome un golpe en el hombro.
— ¿Así cómo?
—Pues así - señalo mi cara. — me pones nerviosa-balbuceo, pero sí que la escuche.
Y no pude evitar soltar una carcajada.
Me fulmino con la mirada- No te rías - solté otra carcajada que no logre evitar - Ok, me voy.
—No, no te vas. — hablé, tomándola de la cintura y la pegué a mí.
—Sí, si me voy. No me lo vas a impedir. — contestó ella, removiéndose para soltarse.
— ¿Quieres ver como si lo hago?
—Bien, pero dudo que me puedas retener por mucho tiem... — no la deje continuar, ya que volví a besarla.
Al inicio no me siguió el beso, pero luego de unos segundos, se relajó, paso sus brazos por mi cuello y continuó el beso. Podría decir que este era mejor que el anterior.
No puedo negarlo, cada minuto que pasa sus labios se vuelven más adictivos para mí, y eso será un gran problema para ella. Pero más para mí. Ahora no querré alejarme de ella jamás.
