Salir a la Superficie ✔️

Capítulo 31 - FINAL

Matthias:

—Eres grandiosa. — le digo a mi novia.

Y ella sonríe.

—Tú eres Grandioso.

Se acomoda sobre la cama para alcanzar mis labios. Estamos en mi casa. Realmente no quería traerla aquí, en cualquier momento vendrían mis padres y no sabría si vendrían de humor o no.

—Oye... — le llamé. Y volteó a verme. — ¿Puedo preguntarte algo? - asintió - ¿Sí..? Mejor olvídalo.

—Anda dilo, Matti. ¿Qué es?

—¿Si te pido vivir conmigo, que dirías?

Abrió los ojos sorprendida y se incorporó quedando sentada a estilo indio.

—¿Tú..? ¿Tú quieres vivir conmigo?

—Yo quiero todo contigo, Astrid.

—Pero... ¿Y Luna?

—Si estuvieras de acuerdo, viviría con nosotros.

—¿Por alguna razón ya no quieres vivir aquí? Te conozco y estás raro. — sonreí, sí que me conocía.

—Jamás te conté de los problemas de mis padres. Ellos hace muchos años empezaron con peleas, discusiones por todo y por nada. — suspiré - Yo me culpaba de ello y caí en el mundo de los estupefacientes. ¿Recuerdas como salí del hoyo en el que estaba? - asintió - Pues, Luna fue mi motor y la verdad es que los pleitos continúan. El ambiente aquí es tan asfixiante y ni Luna, ni yo merecemos más de esto.

»Llevaba tiempo planeándolo, Luna es mayor de edad, ya puede decidir por sí misma si venir o no conmigo. Pero yo sí que me iré. Y... Bueno, sería fantástico que tú estuvieras conmigo.

—Mi amor, - se sentó sobre mis piernas, y coloqué mis manos en su cintura - ¿Por qué no me lo habías contado? - paso sus brazos por mi cuello.

—No lo creía importante.

—Para mí lo es, todo de ti es importante para mí. — besó mis labios dulcemente.

—¿Eso es un sí? - se separó de mí.

—No. — agache mi cabeza, sentí una desilusión enorme, la verdad esperaba un sí. — Hey, - alzó mi cara para que la viera - Es un tengo que pensarlo Matti. Acabo de recuperar a mi madre y no quiero abandonarla tan rápido.

»Obviamente, me encantaría vivir contigo, pero es muy pronto. Creo que lo mejor es que, tú y Luna se adapten al nuevo estilo de vida que llevarán y luego vemos de mudarnos juntos. Pienso que le sentaría muy de golpe que pase de vivir con sus padres y hermano a con su hermano y novia.

—Pero Luna te adora.

—Y yo a ella. Pero el cambio será duro. Y ambos deben acostumbrarse. — pasó una de sus manos por los cabellos de mi nuca - Tiempo al tiempo Matti.

Se acercó y me besó.

Ella tenía razón, era pronto, y primero debía decirle a Luna.

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—Tenemos que hablar.

—¿Ahora? No tenemos tiempo.

—Claro, nunca tienen tiempo para nosotros, pero sí para sus peleas. — les reprocho a mis padres. - Pero no se preocupen, no recibirán reclamos de mi parte.

—No empieces Matthias - habló mi padre.

—Son increíbles. — sonreí sarcástico - Por si les interesa, Luna y yo nos iremos de esta casa en una semana.