Extra 2: Especial 4K

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Astrid:

Es delicioso sentir la vitamina D entrar en mis poros.

Luego de casi dos meses, estamos en la playa. Matti al fin tuvo sus días libres y decidimos venir aquí.

Aunque a ser verdad, Matti ha estado muy extraño, siempre está al teléfono y pareciera estar en otro mundo.

Quiero creer que me estoy volviendo loca y las hormonas del embarazo me tienen histérica. Pero... ¿Qué tal si se siente abrumado por el embarazo? ¿O quizás está aterrado? No lo culparía, también lo estoy, pero sé que voy a amar a mi bebé con todo mi corazón. Y si algo cambiará, él se convertiría en mi motor para salir adelante, sin importar qué.

—Oye amor...

—Ummm— contesta.

—¿Vamos a cenar esta noche? - me voltea a ver y hace un mohín.

—No, nena, quiero ir al hotel y dormir. Estoy agotado. Mañana ¿Sí? - se levanta del camastro en el que estaba, planta un beso en mi frente y se va.

Vale, entiendo que esté cansado, pero quiero pasar tiempo con él. Así que me levanto y me voy a la habitación, al entrar, veo que Matthias está al teléfono, pero al verme corto rápido la llamada y lo guarda en su pantalón.

¿Por qué hizo eso? ¿Qué oculta?

—Ok es suficiente, ¿Qué demonios está pasando? - le pregunto con el ceño fruncido.

—¿A qué te refieres? - pregunta confuso.

—¿Qué a qué me refiero? - me cruzo de brazos - Desde que llegamos aquí solo estas en el móvil, no quieres salir a cenar, no quieres ir al mar, no quieres siquiera ir a la piscina. ¿Qué sucede?

—Nada. No pasa nada, mi amor.

—¿Es por el bebé?

—¿Qué? - frunce su ceño.

—¿Sientes que es demasiado? ¿Estás abrumado o algo? - frunce más su ceño - Si es así, está bien. Yo estoy aterrada por ser madre, pero amo a este bebé porque es nuestro hijo... Pero si en verdad crees que no puedes con esto, solo dímelo y podemos arre...

—Espera, espera. Métele freno a tu camión ¿Qué estás diciendo?

—Es que...

—Es que nada Astrid, ¿Cómo puedes pensar que tener un hijo contigo me abrumaría? - puedo ver que está molesto - Joder, yo te amo y me haces el hombre mal feliz al saber que llevas a mi hijo dentro de ti.

—Lo siento - agacho la cabeza, él se acerca a mí, pasando una mano por mi cintura y con su otra mano levanta mi mentón plantando un beso en mis labios - Es que, estás raro. Y no lo sé, supuse que estarías pensando en que era demasiado y... Bueno no importa. Solo estoy siendo una embarazada histérica hormonal.

—No estás siendo nada. Siento mucho que creyeras eso, solamente que desde aquí he estado arreglando cosas en el hospital. — besa mi frente - Pero mi amor, que te quede claro que jamás me agobiaría la idea de tener a este bebé contigo. Así como tú estás aterrada, yo también. No sabemos nada de como ser padres, pero aprenderemos. Juntos.

Asiento y me lleva hasta la cama y se acuesta a mi lado, pasando un mechón de pelo por detrás de mi oreja.

—Te amo. — dice.

—Te amo. — me acerco más a él y lo beso.

 — me acerco más a él y lo beso

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