The Last Sun In The World II: Hell (En pausa)

Capítulo VI. Un giro de 360 grados.

- Vincent Bread -

Todo aquello que se compone y forma parte del universo es singular y excepcional.

¿Sabías que los ácidos estomacales de nuestro estómago son capaces de desintegrar una cuchilla de metal?

Así de asombroso es nuestro cuerpo, pero...

¿Sabes cuántas muertes se calculan por día a causa de una cuchilla de metal en esta ciudad?

La cifra va de 7 a 15 muertes por día...

Es abrumador, pero así es nuestro mundo. Así es la ciudad aclamada como el paraíso del infierno. La ciudad en llamas, Garden Street...

Dejemos de lado los datos curiosos, y comencemos a conocernos un poco. Primero empiezo yo pequeño ser compuesto de carbono, hidrógeno, oxígeno, fósforo, calcio y nitrógeno...

Hey tranquilo. No hay razón para desplumarse que aún faltan mencionar los otros cinco elementos, pero eso te queda de tarea para la próxima.

Bueno, como decía. Hoy en día laboró cordialmente en las instalaciones de Live Inc. Una organización estrictamente apegada a fundamentos y principios científicos y tecnológicos con un apetito voraz por encontrar avances aduladores para la existencia humana.

Suena extraordinario si lo piensas bien.

Mi nombre es Vincent Bread, pero todos me llaman Vince. Tengo veintidós años de edad. Me he titulado en la universidad de Stanford. Poseo un doctorado en químico biólogo; una licenciatura en físico matemático y un pequeño curso en robótica. Como dato extra, también se hacer deliciosos cupcakes.

No es por presumir, pero, ¡Todos me salen muy bomba!

¿Te has sorprendido? Aún no he terminado, querido. Perplejo estarás ya que vengo a contar como fue mi niñez.

Después de mi primer lustro papá murió inesperadamente. Un suceso que por razones aún inaccesibles desconozco actualmente, pero todo se limita a un accidente en su laboratorio. Recuerdo que el siguiente cumpleaños fue algo muy apesumbrado. Debido a la falta de un apoyo económico tanto como familiar. Papá fue una inspiración, un ícono en las ciencias. Mamá tras padecer de tal suceso decidió tener dos trabajos al mismo tiempo. Fue una decisión errónea y apresurada de su parte. Los cálculos no fueron viables, y a los pocos meses mamá dejó ambos.

Entonces, los préstamos bancarios se volvieron deudas inimaginables que comenzaron a robarse los descansos plácidos de mamá a la par de los míos hasta que ella cayó vencida por esa terrible enfermedad que la está asesinando poco a poco. Papá ya no estaba con nosotros y mamá estaba tendida en la cama con flaqueza. Sobreviviendo a como pueda.

Frialdad y tristeza.

A mis cinco años mis notas sobresalían en toda asignatura. Al mirar esto mi catedrático le pidió a mi escuela que me proporcionara una beca. Debido a mi alto desempeño y nivel académico, según las palabras de los directivos era un niño magnífico tal Einstein o Newton...

Un niño prodigio y un absoluto genio...

A pesar de calificar con buenas notas en mi instituto. Yo seguía sollozando al mirar a mamá encamillada, débil y pálida. Entonces, mi objetivo solo se volvería uno. Fue una noche tan helada como la soledad y tan lóbrego como quedar ciego. Recuerdo en aquellos ayeres que reposé ambos antebrazos sobre la ventanilla de mi habitación; tomando con la extensión de mis dedos mi mentón. Fruncí el ceño discurriendo bien en las palabras que querían adueñarse mis labios. Expulsando violentamente pensamientos que de ahora en adelante fijarían un nuevo curso en la brújula de mi vida. Crispé mis nudillos con firmeza porque la decisión ya era clara. Fue mi consciencia que cantaba al cansar la promesa.