Capítulo XVII. Desafiando lo desconocido.

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A pesar de la gran cantidad de información recabada que todos estaban fanfarroneando en la sala. No sabía que habría muchas revelaciones muy interesantes, y al parecer no dejaría de entreoír más de estas que resultan inesperadas para cada miembro. La última me ha enchinado la piel por lo cruda que fue. Caer en combate es comprensible, solo por saber que fue honorable pelear hasta que la sombra de la muerte te haya alcanzado, pero, ¿Morir devorado por un grupo de caníbales por salvar un equipo de jóvenes que no conoces? Eso debe ser desalentador tanto para sus familiares y los mismos jovencitos que ha salvado, aunque nosotros arriesgamos el cuello por ese tipo de causa en varias ocasiones, pero, esas circunstancias no quitan mi deseo por agradecer a sus seres queridos por traer a un buen hombre a este mundo que ha sido corrompido por las malicias.

Comprendo un poco la razón de porqué Wolf quiere dejarme a cargo de las barricadas que cubren el campamento. Un equipo se vuelve más débil sin la guía que los ha alzado a donde empiezan las nubes. Nuestro líder piensa proteger las barricadas con sus mejores cartas en el juego de la vida y la muerte. Nosotros el Club del té somos sus aces, aunque no estaré solo en este nuevo trabajo. Ahora uno más valioso porque cargo sobre mi hombro más vidas que de costumbre. Supongo que no es coincidencia que mi mejor amigo se haya ofrecido a ayudarme en ello. La mayoría de las personas saben que Drake Kassender es el sujeto en quien más he confiado, aunque sería quitarle crédito a Mei, pero hay cosas que le he ocultado para no dañarla o preocuparla demás, ¿Quién no mentiría para proteger la felicidad de un ser querido? ¿Quién no estaría dispuesto a todo para proteger un ser amado? Mei ya no necesita escuchar noticias malas día tras día como periódico matutino, puesto que ha cargado bastante tristeza en su corazón con saber que su sangre la ha vendido por superficialidades.

—Yo me encargaré de ir con Rosevelt. —responde con determinación nuestro líder.

Trae su equipaje a la reunión, sin embargo, su equipo se encontraba en su habitación, a lo cual, nuestro líder se ve en la necesidad de ir por el gran bolsón. Mientras regresa con su enorme equipaje, sumerge su mano derecha y se ve involucrado en la búsqueda de un objeto para explicar a detalle la nueva misión. Sus ojos se apoyan en visualizar el interior de su mochila táctica, hasta que un brillo en ellos da a entender que por fin ha encontrado lo que tanto ha indagado.

—Tengo a mi disposición este radio. —muestra a todos el artefacto de comunicación que usamos durante nuestro encuentro con Adam.

—¿Cómo sabes que ese radio no está interferido? —preguntó Charlotte un poco preocupada.

Ella reposaba su espina dorsal cerca de una de las esquinas de la cabaña. Nunca deja de adoptar esa posición de brazos cruzados en ningún lado, aunque se notaba inquietud en los movimientos de sus dedos. Esto al tocar una y otra vez su codo izquierdo fingiendo que esta parte del cuerpo era un tambor musical. Puedo decir que siento una ansiedad marcada en su rostro. Sé que ella todavía tiene sus dudas con respecto a confiar en uno de los privilegiados. Yo entiendo su razón. Nosotros no le debemos nada a ellos, y de hecho, esa gente vanidosa nos debe tanto después de lo que permitieron hacer con el país entero.

—Rosevelt no es tonto. No se arriesgaría a ser localizado por los saqueadores. Si me afecta a mí, a él también le afectará. —respondió Wolf.

—Vincent puede verificar si no tiene alguna interferencia. Si se lo permiten, él puede analizarlo. —sugirió la compañera del nuevo integrante.

Wolf nos observó un poco dudoso para aprobar la acción que había sugerido la chica. Los tres asentimos y nuestro líder inmediatamente le entregó el comunicador para revisar que no presente alguna especie de interferencia o algo así.

The Last Sun In The World II: Hell (En pausa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora