- Wolf -
Mi imaginación me transmitía a tal escenario medieval en donde se relatan aquellas historias de tierras dominadas por hombres orgullosos y ridículamente poderosos. La escena era muy clara, un rey sirvió la copa de vino desde su trono, mientras el sirviente se arrodilla ante su inmensidad. Un muchacho desconocedor de lujos y riquezas tocó la puerta del imponente castillo para emitirle un mensaje de buena fé. Un mensaje que estaría por cambiarlo todo...
¿Qué es este sentimiento de nerviosismo que hace palpitar mi pecho? Como una locomotora en demasía de velocidad.
Esta sensación la he experimentado antes, pero no logro volver a vivir en qué punto de mi vida. Porque recordar es volver a vivir.
¿Qué se siente tocar el cielo?
Debería ser placentero sentir que tus dedos se vuelvan uno al acariciar aquellos bordes inalcanzables, suaves y redondos que poseen los cúmulos, reflejados por los rayos del emperador solar. Experimentar las alturas como si se tratara de un ave empleando el vuelo, sin final y sin comienzo hacia su propio destino. Sin perderse rumbo por mirar que una nube se desmorona en cachos de algodón, esparciéndose por toda la acuarela azul.
"Todo sería más fácil si pudiese elegir nuevamente hacia qué dirección volar." Es algo que alguna vez todos nos hemos planteado.
¿Qué se siente estar en el infierno?
Nunca lo he experimentado en carne propia, pero el egoísmo del hombre más hambriento como astuto me lo ha enseñado sin siquiera pedírselo o sin buscarle violento una razón para agitar la sangre en nuestros cuerpos. A veces nunca con malas intenciones y otras como un daño colateral a sus acciones. Como resultado, hace ver al mismo hombre como el autor intelectual de su propio paraíso o su propia perdición.
¿Qué es exactamente el cielo en este mundo?
Eso está por verse. La paz solo es una bella ilusión perdida, hundida en el sueño de cada hombre declinado ante la noche. La paz lleva al cielo, y la paz en el corazón de cada uno se desvanece como un viejo recuerdo.
¿Qué es exactamente el infierno en este mundo?
La respuesta es muy obvia. El infierno somos nosotros y toda aquella faz que nos rodea. Es el monstruo que permanece ciego ante la claridad, y se hace creer a sí mismo que todo acto propio tiene algo de bondad. Este yace escondido y tan cercano de nuestro lado más sombrío.
Aunque si se plantea de otro modo, probablemente existan personas que vivan apartados de las llamas del caos por haberse quedado en su burbuja de privilegios, ya que para ellos es como estar en el cielo. Aun sabiendo que es una mentira lo que ellos están viviendo.
Aunque, Rosevelt es muy consciente del infierno que se vive todos los días afuera de estos muros, a pesar de mantenerse en su burbuja de privilegios, no es el dueño del inframundo, pero sí es un hombre confuso y perturbado por recorrer de vez en cuando los caminos más oscuros que existen en su mundo. A su edad podría sentirse agotado, sin tanta emoción, pero todavía existe algo en él que lo impulsa a seguir. Tengo la corazonada de conocerlo un poco, pero sé que no ayudó a crear estas abominaciones de concreto para dividirnos en dos sociedades que nos hace sentir como habitantes de dos mundos distintos. Así como clasificar lo que es bueno o malo. Por lo menos sé que no lo haría, no si en este caso existieran razones convincentes para construir algo tan abrupto en nuestros suelos...
¿Qué será aquello que lo motive a hacer todo lo que él hace?
Yo aún no lo sé.
El cielo azul se ve lejano, incluso tan lejano como para imaginar un futuro mejor para el ser humano. Cualquiera tenía la capacidad de retratar los azules al pincel como el esbozo más hermoso, y la más grande obra de arte incomparable como entrañable. Imitando con exactitud sus fríos y cálidos colores. Ahora, cuando decido buscar algo ahí arriba, lo único que encuentro es ese color rojizo que me abruma en la melancolía, uno que me inunda en sus tonalidades amargas y vacías, mientras añoro lo que fue el ayer.
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The Last Sun In The World II: Hell (En pausa)
De TodoEl hombre desde hace décadas conquistó sus mares hasta dominar territorios desconocidos. El hombre poseía de una naturaleza conquistadora. Cuando venían épocas de conflicto, el hombre creó las guerras para dominar ante los enemigos. Su naturaleza aú...