Capitulo 37.

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Las cartas no funcionaron, quizá solamente para endurecer más el corazón de Albus. Habían sido unos meses desastrosos, para él, y para los niños, aunque ellos eran valientes y fuertes, pero no podían disimular lo mucho que extrañaban a Gellert, sobretodo Annie que había comenzado crear un vinculo con el búlgaro. Alek lucía angustiado y disgustado, mucho más molesto que su hermana, según él porqué Grindelwald los había abandonado sin causa, Albus trató de persuadirlo, pero al final, se rindió, optó por no volver a nombrarlo. Así pasaron los meses, en Noviembre, las noticias volaron a Hogwarts. Los chicos ya estaban en su segundo año y Albus se sorprendió por lo rápido que el tiempo pasaba, ambos habían cumplido doce años y Gellert se lo había perdido.

Gellert Grindelwald, nuevo presidente de la confederación internacional de magos, ¡Gellert! ¡El mismísimo Grindelwald ahora era parte de la política mágica! ¿Qué diablos? Albus bufó, y lanzó el diario lejos de su escritorio, se desvaneció antes de tocar el piso, lo que le faltaba, pero no dijo más, seguramente... era su forma para distraerse, quizá lo joda en algún momento, pensó Albus con la herida abierta.

– Si no vengo a verte, seguramente, tu no irás a verme – dijo Elphias sentado en el gran sofá de la casa Dumbledore – Te ves abatido, amigo mío.

Albus se encogió en el maldito sillón que tantos recuerdos tenía, un vaso de hidromiel se encontraba en su mano, moviéndose con cuidado.

– Si lo extrañas tanto, ¿por qué no vuelves con él? – preguntó Elphias.

Albus negó ligeramente con la cabeza – Porqué no puedo.

– ¿Por qué?

– Elphias, es complicado – dijo sencillamente – No es bueno para mi, ni para los niños, definitivamente, estamos en sintonías diferentes.

Elphias bebió el ultimo trago – Déjame entender esto, ¿Cuánto tiempo ha pasado? ¿Casi dos años desde él se marchó? Y tu sigues guardándole luto, eso quiere decir algo, Albus.

– Si – replicó Gellert, molesto – Significa que pase más de veinte años con la persona equivocada.

– ¡No seas melodramático! – exclamó Elphias – Solo significa que lo amas.

– ¡Lo amo!

– ¡Vuelve con él!

Albus exhaló, cansado – No lo entiendes, y no puedo explicártelo.

– Bueno, entonces... – Elphias dejó el vaso en la mesa de centro – Diviértete.

El profesor lo miró – ¿Qué?

– Si no quieres regresar con él, diviértete – dijo Elphias – No puedes deprimirte toda la vida por alguien que según tu, no volverá.

Y Elphias tenía razón, Gellert no volvería de ningún modo, no podía aceptarlo de nuevo, y tampoco podía echar toda su vida por la borda, ¿Qué más le tocaba hacer? Seguir con su vida cueste lo que cueste, así su corazón reclamara por otra cosa.

– Bueno, y ¿Cómo hago eso?

– Para empezar, besuquéate con alguien más – respondió Elphias entre risas.

Albus giró los ojos y también sonrió – ¡Sigo casado!

Pero...

"Follé con él" las palabras de Gellert aturdieron en su cabeza, él también estaba casado, ¡estaba casado con él y aun así... jodió con otro! Albus trató de no verse rencoroso, pero fue casi imposible no pensar en eso.

UNA VIDA A TU LADO. - GRINDELDORE.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora