Era la quinta vez que Albus visitaba a Alek y esta vez fue con Aurelius quien estaba emocionado por sus ya dos clases con Gellert en la sala de menesteres en Hogwarts, Albus había pedido un permiso especial, y allí cada miércoles después de que Gellert saliera del ministerio, le dictaba clases de defensa a Aurelius, Albus le enseñaba la teoría en casa y también clase de pociones y aparición, algo que el joven estaba aprendiendo muy rápido y sus poderes, usualmente, se encontraban en orden, esto era por el cariño que recibía viviendo con el profesor.
– ¡Señor Dumbledore! – exclamó Aleksander poniéndose de pie y corriendo hacia Albus que lo saludó con un abrazo igual de amistoso.
– ¿Cómo estás, Alek? – preguntó Albus con una sonrisa mientras le entregaba una casa de chocolates mágicos – Son mis favoritos, los adoraba a tu edad.
Alek los tomó con una sonrisa – Gracias, me los comeré todos.
– No todos, puede darte dolor de estómago – replicó Albus
El niño asintió sonrojado por su repentina efusividad. Luego miró al joven que iba detrás de Albus.
– El es Aurelius, mi hermano – lo presentó
Alek extendió la mano hacia Aurelius – Un placer, me llamo Aleksander.
– Albus me ha hablado mucho de ti – dijo Aurelius estrechando su mano.
– ¿De verás?
– Oh, si – asintió Albus encaminándose a la cama de Aleksander – Le he contado que eres un niño muy valiente y dulce.
– ¿Dulce?
– Así es.
– ¿No es eso un calificativo muy... femenino para mi? – preguntó Aleksander sentándose al lado del profesor.
Albus sonrió, entendía que la cultura y crianza de Alek no era la más... diversa, pero él no solo era profesor de pociones, también podía enseñarle más de la vida a ese pequeño, después de todo, no tenía a nadie más.
– No está mal que un hombre sea tierno o dulce – dijo Albus – Ni tampoco está mal decirle a las mujeres que son fuertes y rudas.
Alek alzó las cejas – Annie es bastante ruda.
– ¿Enserio?
– Si, por eso se que debe estar bien – replicó el niño, parecía mas tranquilo y confiado que antes.
Albus sonrió suavemente – Hoy he venido justamente a eso, Alek.
– ¿Encontró a mi hermana?
– No, pero lo haré – declaró el profesor – ¿Verdad, Aurelius?
El joven se acercó mientras asentía – Es cierto, vamos a encontrar a su pequeña hermana.
– ¿Y cómo? ¡Quiero ayudar!
– Y lo harás, pequeño – dijo Albus y le dio un toque en la nariz – Gellert y yo haremos un hechizo de rastreo, no es una ubicación exacta pero nos dará un indicio de por donde comenzar a buscar. Necesitamos un poco de tu sangre.
El niño abrió mucho los ojos – ¡Mi sangre!
– Solo una gota – susurró Albus – Y... debes prometer que no se lo contarás a nadie ¿si?
– A nadie – aseguró Alek
Albus asintió, extrajo su varita y conjuró un frasquito de vidrio pequeño.
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UNA VIDA A TU LADO. - GRINDELDORE.
FantasíaTERMINADA ¿Que hubiese pasado si Gellert Grindelwald nunca hubiese abandonado a Albus Dumbledore? Aquí una posibilidad de todo lo que hubieran vivido juntos. (Creditos de la portada a quien le pertenezca) Personajes de jk y warner.