(Maratón de dos capítulos)
Albus entró a la habitación cerrada con Aleksander aun tomado de su mano, el niño miraba todo con cierta desconfianza que entendió. La habitación era pequeña pero bien acomodada, y sobretodo, tenía un ambientador mágico con olores frutales.
– ¿Y... me quedaré aquí? – preguntó el niño
Albus suspiró, ojalá pudiera hacerlo de otra manera.
– Es provisional –
– Pero... no entiendo... ¿por qué salir de un orfanato para entrar en otro? – preguntó Aleksander, todavía de su mano.
Albus se giró hacia él poniéndose a su altura, le tomó ambas manos.
– Esto no es un orfanato, Alek... ¿puedo llamarte así?
Él asintió.
– Alek, esto es una casa de seguridad del ministerio, donde traen a los niños que han sido victimas de abuso mágico o tráfico, en tu casa, tu... padre, él era un traficante y estás bajo la custodia del equipo de seguridad mágica – trató de ser lo más claro posible.
No quería que aquel niño tuviera que sufrir mientras se encontraba allí.
– O sea que... ¿Aquí no me van a lastimar ni decirme cosas malas?
El corazón de Albus se partió en dos pedazos desiguales, una de las cosas más horribles para él era ver a los niños sufrir, y más si es por los descuidos de los adultos, no entendía como un padre podría ser tan... hijo de perra para poner en peligro a sus hijos o peor aun, para lucrarse con ellos.
– No, aquí estarás a salvo. Este departamento es de seguridad, y Gellert es el jefe así que estaremos muy al pendiente de ti –
El niño asintió ligeramente.
– ¿Y...por qué mientras espero... lo que sea que tenga que esperar, no voy con usted? – preguntó con la voz baja.
Albus sonrió tristemente – No puedo, las leyes me lo prohíben y podría ser peligroso para ti. Pero... vendré todos los días a visitarte – prometió
– Esta bien...
Albus se colocó de pie, ahora ya se habían soltado, observó a Alek caminar hacia la camita personal.
– ¿Y que pasará con Anastasia?
– La encontraremos, no te preocupes – respondió Albus –
El niño asintió lentamente – Gracias por lo que hace, profesor Dumbledore.
– Llámame Albus –
Alek negó con la cabeza – De donde vengo, a los adultos se les respeta y se les llama de usted, profesor Albus Dumbledore.
Albus soltó una risa – Como quieras, señor Aleksander.
El niño se sonrojó – ¿Vendrá mañana?
– Si, mañana vendré. Trata de descansar ¿si?
– Si.
– Bueno, hasta mañana, Alek.
– Hasta mañana, profesor.
Albus sonrió por última vez y salió del cuarto, la puerta se cerró y el seguro mágico se activo, Albus soltó una maldición mientras se alejaba a duras penas. Entró a la sala de juntas donde ya estaba Gellert, Vinda y Oliver, los dos últimos de pie atrás de Gellert, estaba el ministro de magia y los secretarios, a demás, de todo el consejo.
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UNA VIDA A TU LADO. - GRINDELDORE.
FantasíaTERMINADA ¿Que hubiese pasado si Gellert Grindelwald nunca hubiese abandonado a Albus Dumbledore? Aquí una posibilidad de todo lo que hubieran vivido juntos. (Creditos de la portada a quien le pertenezca) Personajes de jk y warner.