Credence terminó de cenar en compañía de Albus y Gellert, bebió un poquito de vino tinto y se limpió la boca con una servilleta de tela blanca y bordados, el joven admiró cada pieza del lugar, todo se veía tan bonito, tan limpió, se sentía bien estar allí... a pesar de no conocer casi a esas personas, por primera vez Credence se sintió... tranquilo y a salvo.
– Credence, ¿te gusta el dulce? – preguntó Albus
El muchacho asintió y Albus movió su varita para servir mágicamente un buen pedazo a cada uno de pie de limón.
– Lo hice yo – explicó Albus – Quizá no esté tan bueno.
Credence probó un pedazo – Está bueno. Gracias.
Albus sonrió hacia el joven y luego miró a Gellert que asintió hacia él para que empezara con la charla que el mismo Credence quería tener.
– Lo cierto, es que yo te mandé a buscar con Newt Scamander – dijo Albus mirando al joven – Por eso él trataba de ayudarte.
El azabache dejó al lado la cucharita de postre y miró a Albus – ¿Por qué usted querría ayudarme sin conocerme?
– Verás, hace mucho tiempo... mi padre fue detenido y llevado a Azkaban, quizá la historia te la cuente después, luego de eso... no volvimos a saber mucho de él pero hace un buen tiempo quise saber de los días que pasó metido en ese lugar, y hay varias... razones por las que una mujer lo visitaba clandestinamente, le pagaba a muchos guardias mucha cantidad de dinero solo para verlo, de ese... romance, nació un niño – Albus miró fijamente a Credence – Sospecho que ese niño seas tu.
La mirada de Credence, hasta el mismo Gellert lucía sorprendido.
– Pero... ¿por qué sospecha que yo...?
– La mujer viajó a Estados Unidos hace un buen tiempo, pero supe que murió y dejó al niño o a la niña en una casa hogar, ese niño creció solo, y cuando escuché del obscurus... – Albus sonrió escuetamente – Pensé que podías ser tu.
– ¿Sería su...
– Si, serías mi hermano, Credence –
El joven pelinegro se imaginó siendo pariente de ese hombre, en sus ojos se podía ver la bondad, la honestidad, no sería nada malo pertencer a su familia, en caso de que así fuera. Y rogó para que no fuera de otro modo.
– ¿Cómo podemos saberlo? – preguntó Credence
– Hay un hechizo para analizar la genealogía – respondió Gellert –
– Lo haremos y saldremos de dudas, ¿Estás de acuerdo? – preguntó Albus
Credence asintió ligeramente y miró a Gellert.
– Gracias...
– ¿Por qué?
– Por traerme aquí, al menos estoy un poco más cerca de saber quien soy – respondió el joven
Gellert sonrió endeblemente y se levantó del asiento – Me retiro. Descansa, Credence.
– Igualmente, señor Grindelwald.
El mago búlgaro no miró a Albus cuando caminó hacia las escaleras. El profesor supo que, de alguna forma, lo había herido.
– Ven conmigo, te enseñaré la habitación – dijo Albus poniéndose de pie.
El joven lo siguió por la primera planta, atrás en las zonas de habitaciones de huésped, había una amplia y cómoda, una cama, dos mesitas de noche con lámparas, una alfombra y una ventana amplia que daba al jardín.
ESTÁS LEYENDO
UNA VIDA A TU LADO. - GRINDELDORE.
FantasíaTERMINADA ¿Que hubiese pasado si Gellert Grindelwald nunca hubiese abandonado a Albus Dumbledore? Aquí una posibilidad de todo lo que hubieran vivido juntos. (Creditos de la portada a quien le pertenezca) Personajes de jk y warner.