Hasta que logren acabar conmigo

Capítulo 13

Eric Morgan

Estoy roto. Todo mi interior duele, duele verla así. Nunca me había pasado con nadie a excepción de cuando murió mi padre. No soy un chico de sentimientos, soy frío, rudo, una persona que no le importa nada, no le importa matar, ver sufrir a los demás, todo en mí es oscuridad. Las únicas personas que me importan y por tanto no dejaría que les pasaran nada, son a mi madre y a mis cuatro amigos-compañeros. En estos momentos dudo de si debería incluirla a ella también en esa lista porque además de lo que estoy sintiendo al haberla visto ahora, no se qué es lo que me pasa con ella. Desde que sus ojos conectaron con los míos la pasada noche en la fiesta, sentí algo, algo que nose explicar y necesito descubrirlo.

Liam, nuestro buen socio y médico ha llegado minutos después de que llegasen Adam y Ethan con ella en brazos, y ahora este se encuentra en mi habitación examinándola. Todos nosotros estamos abajo esperando en el salón puesto que Liam nos pidió que le dejáramos trabajar tranquilo y que era mejor que esperásemos fuera, y eso hicimos. Yo estoy desesperado, cada minuto que pasa es una tortura, no saber si está bien, si se va a recuperar me martiriza por dentro, aunque intento por fuera parecer tranquilo pero no lo estoy.  Sé que los demás también están igual que yo, lo veo en sus caras, pero no podemos hacer nada, solo esperar.

De momento un teléfono empieza a sonar, es el de Adam. Este con rapidez saca el teléfono de su bolsillo y se queda como dudoso y algo tenso, creo que no sabe si aceptar la llamada por miedo.

-¿Quién es? –pregunto al ver que sigue sin hacer nada solo observar la pantalla de su teléfono.

-Es... es Amalia, su amiga –me dice mirándome un poco angustiado.

-Cógelo –le ordeno. Tiene que decirle la verdad, lo que ha ocurrido y puede que ella nos diga algo que nosotros no sabemos, igual sabe quién ha podido hacerlo.

-¿Qué y que le digo? –dice nervioso.

-La verdad. Igual ella sabe algo Adam. ¡Cógelo de una maldita vez! –exclamo. Él se lo piensa unos segundos más y finalmente le da al botón, y le hago una señal para que pulse el altavoz del móvil.

-Amalia, hola ¿Qué tal? –dice Adam intentando que su voz suene serena y nada nervioso.

-Adam ¿está todo bien? ¿Dónde está Lia? No me responde a los mensajes, la he llamado varias veces y tampoco me lo coge, por favor dime que está bien... dime que está bien Adam –dice muy preocupada y llorando a través de la línea. Adam no sabe que decirle, esta tenso, angustiado, me mira como diciendo que no podemos decirle nada, pero tenemos que hacerlo, hay que hacerlo.

-Amalia soy Eric –digo armándome de valor ya que Adam no puede. –Tengo que decirte una cosa que no te va a sentar nada bien.

-¡¿Qué, qué ha pasado!? ¡Dímelo ya! –grita histérica.

-Lia no se encuentra bien, la encontramos tirada en la carretera con fuertes golpes y heridas, como si le hubiesen dado una paliza –le digo y notando como mi voz se quebraba en cada palabra que decía.

-No no... no no puede ser... -dice llorando al oír mis duras palabras –¡Todo esto es por vuestra culpa, lo que le ha pasado es por vuestra maldita culpa! –exclama furiosa. En verdad todo ha sido por mi culpa, él responsable de todo he sido yo. He sido un cabrón con ella, le amenacé, le dije que viniera aquí y si no lo hubiera hecho ahora estaría bien.

-Amalia tranquilízate –le dice Adam.

-¡No no puedo, si no te hubiera conocido, si no hubiéramos ido a esa fiesta, si tu amigo no le hubiera amenazado, ¡ESE HIJO DE PUTA NO LE HUBIERA HECHO ESO! –grita esto último.

-¡Qué hijo de puta dices Amalia, de quien hablas, di lo que sabes! –le reclamo ansioso. Sabe quién ha sido. Todos nos miramos boquiabiertos por lo que acaba de decir y esperando con desesperación a que nos diga de quién se trata.