Las estrellas brillan intensamente en la oscuridad de la noche. La luna, por su parte, reluce plateada e imponente. El sonido del silencio me rodea. A estas horas no se escucha ni un murmullo, solo la brisa del aire es lo único que puedo percibir.
Subo aquí todos los días. Es mi momento de paz que busco para estar sola y reflexionar. Mi mente se inunda de pensamientos constantemente que necesito analizar detenidamente, sobre todo principalmente para decidir lo que debo hacer en este momento.
Ya han pasado seis meses desde lo ocurrido. Seis meses en los que he tenido que experimentar la peor sensación del mundo, y que a día de hoy sigo experimentándola.
Eric sigue sin recordarme.
No sabe quién soy y tampoco deja que pueda acercarme. Llevo intentándolo todo es tiempo, cada día, pero no hay forma de que me deje llegar a él. A su lado siempre está Jennifer, no se separa y cada vez esto se vuelve más difícil.
Me duele tanto que ni siquiera se esfuerce por recordar que creo que las esperanzas que tenía para poder recuperarlo se han reducido tanto que empiezo a dudar si pudiera haber alguna.
Creo que lo he perdido para siempre.
Me siento completamente devastada. Mi mundo se ha vuelto a desmoronar una vez más. Toda mi vida ha sido así. Lo único que he sentido ha sido dolor y más dolor. Y ya no puedo seguir así. No puedo soportar estar de esta manera.
Un crujido interrumpe el silencio. Mi vista se dirige hacia la persona que lo ha provocado.
Aiden.
Desde lo que ocurrió, siempre ha permanecido a mi lado. Me ha dejado quedarme en su casa por todo el tiempo que yo quiera. Él ha sido quien más me ha consolado, sobre todo en las noches porque es cuando más me vengo abajo. Le debo mucho y no sé qué habría sido de mí si no lo tuviera.
Ha sido mi gran apoyo.
-¿En qué pensabas? -pregunta al rato de sentarse a mi lado.
-En lo afortunada que soy de tenerte -respondo mostrándole una sonrisa.
-Ahí te doy la razón.
-Oh vaya pensaba que ibas a decirme algo como "que va no soy para tanto" o algo por el estilo.
-¿No puedo sentirme orgulloso de mi mismo?
-Claro que puedes. De hecho, deberías.
Aiden y yo nos quedamos en silencio contemplando el cielo.
-No, pero ahora enserio, ¿en qué piensas?
-En todo -hago una breve pausa -Y si merece la pena seguir intentándolo.
-¿Vas a rendirte?
-¿Qué opciones tengo? Ha pasado medio año y no he conseguido tan solo un pequeño acercamiento. No he logrado nada. Por mucho que me duela decirlo -trago saliva -ya no formo parte de su vida.
-Te mereces ser feliz Lia. No quiero decir que renuncies, pero...
-Pero es lo mejor, ¿no?
-No soporto verte de esta manera.
-Aiden, ¿y si me voy?
-¿A dónde?
-No lo sé, pero igual es lo que debo hacer. Este sitio ya no es para mí. Estar aquí solo me ha traído sufrimiento. Si ya no está él, no tengo nada que hacer en este lugar. Solo estáis tú, Adam, Ethan y Amalia, pero necesito...
-Hazlo -dice directo mirándome a los ojos sin dejar que termine la frase -Como te he dicho te mereces ser feliz, y aquí no lo eres.
Hace dos meses que comencé a pensarlo. En irme de nuevo como ya lo hice una vez. Sin embargo, mi corazón no podía aceptar esa idea. Quería seguir intentándolo todas las veces que hiciera falta. Pero a medida que pasa el tiempo, ese pensamiento está rondando más en mi cabeza cuando siento que lo he perdido y que nunca volverá a ser como antes.
Debo dejarlo ir. No puedo seguir aferrándome a una persona que no me recuerda. Que no quiere que este en su vida y no me deja acercarme a ella.
Duele. Todo ha sido dolor, pero tengo que acabar de una vez con él. No puedo seguir soportándolo y creo que esta es la mejor opción.
Volver a empezar. Dejar atrás el pasado y comenzar de nuevo.
-Al menos me vendrás a visitar, ¿no?
-Pues claro, no voy a abandonarte. Vendré siempre que pueda y tú también puedes venir a visitarme eh -digo dándole un pequeño codazo.
-Eso no lo dudes.
La noche cayó por completo, me quede un rato más con mi mirada perdida en el cielo. Sé que el dolor es uno de los sentimientos más intensos y persistentes y que no desaparecerá de la noche a la mañana como tampoco se puede dejar de amar a alguien de un día para otro. Pero esto se ha convertido en un ciclo interminable de dolor que si no lo detengo acabara conmigo.
No será fácil, eso lo tengo muy claro. Va a ser muy complicado superarlo y obviamente no voy a olvidarlo jamás. Asique ahora lo único que puedo hacer es dejar que pase el tiempo, y en su paso esperar a que mis heridas puedan comenzar a cerrarse, que el dolor que siento pueda ir desvaneciéndose poco a poco y que mi corazón algún día pueda encontrar algo de paz.
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Hasta que logren acabar conmigo
Teen FictionLia Blake es una dulce chica de 17 años que tras la muerte de su madre no le queda más remedio que vivir con su padrastro, un hombre que hace que su vida sea un infierno. Un día asiste a una fiesta a escondidas y allí se topa con uno de los chicos m...