Hasta que logren acabar conmigo

Capítulo 25

Eric Morgan

Una semana después...

Pedirle a mi pequeña que volviera conmigo era una cosa que me iba a resultar difícil y claramente así fue, decidió quedarse en Rosfil y no tuve más remedio que respetar su decisión. Me lo esperaba en cierta parte porque tampoco iba a pretender que dejase todo lo que había construido en meses por alguien al que no confía al cien por cien. Es normal no fiarse de un chico que se dedica a ir matando a personas solo porque le engañan como piensa ella.

Este es mi mundo, me crie en él y no como un asesino, eso vino más tarde. En la organización siempre nos hemos centrado en el narcotráfico y el acto de matar solo lo hemos usado cuando no teníamos más opciones, cuando necesitábamos defendernos. Pero eso cambió cuando mi padre murió cuando me lo arrebató ese cabrón, ese que aún sigo buscando pistas y que no parare hasta encontrarlo y verlo en su tumba bajo tierra.

Por eso ahora soy así, esa es la razón por la que ya no doy segundas oportunidades a nadie. ¿Para qué? Para que sigan mintiendo, engañando y que incluso yo mismo los ayude a dejar que me maten cuando menos me lo espere, pues no lo siento eso se acabó. A mí nadie me toma más el pelo eso lo tengo muy claro. Ella no sabe mucho de mi vida pasada ni sobre la muerte de mi padre, solo sabe lo que ha visto de mí cuando me conoció. Debería contárselo, pero no soy un chico que se exprese bien con palabras ni mucho menos sus sentimientos, me cuesta muchísimo y puede que deba cambiar un poco eso si quiero que ella confié en mí.

Cuando me despedí, le pregunte por última vez que si estaba segura de su decisión y me afirmo que si aunque note cierta duda en ella. Dejarla allí para mi fue un poco duro porque nuestra relación es un poco caótica. Está llena de subidas y bajadas, un día bien al otro mal, y así todo el rato. También me resultó difícil dejarla con ese capullo que no me cae para nada bien, y mucho menos después de lo que le hizo. Si por mi fuera ya no estaría nunca más ni un solo segundo cerca de ella, pero por desgracia no puedo hacerlo y tengo que controlarme si no quiero fastidiarla de nuevo.

Mi ausencia no ha repercutido mucho en River Lake después de haber estado con Lia. Todo sigue en orden tal y como deje claro que quería que se siguiesen haciendo el trabajo. Ahora mismo me encuentro en una reunión con Adam, Ethan, Aiden y James. Tenemos que ir a un encuentro mañana con un cliente y hay que organizarlo todo bien por si llegase a ser una trampa y quieran atacarnos. Después de la reunión me gustaría llamar a Lia como siempre lo hago para quedarme tranquilo de que se encuentra bien.

La vibración de mi móvil se escucha, miro hacia a la pantalla y es un mensaje. Un número anónimo como el de la otra vez que recibí. Agarro el móvil y leo su contenido:

>>Recuperaré lo que es mío<<

¿Quién demonios me manda esto? ¿Es una broma? No sé a qué se refiere. No entiendo nada. ¿Recuperar el que? El otro día recibí >>Tienes algo que me pertenece<< ¿y ahora esto? Esto no parece que sea un error, esto va dirigido a mí y tengo que averiguar qué es lo que está pasando y la pregunta más importante ¿Quién es el que se está comunicando conmigo?

-Tenemos otro problema –digo interrumpiendo la reunión. Pongo mi móvil encima de la mesa para que vean el mensaje –Hace más de una semana recibí como ya os comenté un mensaje anónimo y como no sabíamos nada di por hecho que se trataba de un error. Acabo de recibir otro mensaje –señalo para que lo lean –asique hay que investigar esto porque no tiene buena pinta.

-¿Recuperar el que? –pregunta James.

-No lo sé, no sé a qué se refiere, es muy extraño –digo confuso –Ethan intenta averiguar desde que número proceden los mensajes –ordeno ya que este tiene buena práctica con la informática –De momento tratemos de saber eso si no ya buscaremos otras opciones, ¿entendido? –todos asienten y doy por finalizada la reunión de hoy. Deseaba que terminara para poder llamarla y oír su dulce voz que tanto me gusta.