& UN LOBO CON MUY BUENA PUNTERIA. &

Parte 2; Un Lobo Especial.

Levi se encontraba sumergido en sus pesares que no se dio cuenta de que ya no estaba solo, por que aquel ser que lo había estado observando desde lejos, se hallaba allí mismo; justo detrás de él.

Rivalle por fin se percató de la presencia y volteo a ver detrás, tan solo para encontrarse con un par de hermosos ojos que lo miraban desde la oscuridad de la noche, entonces aquel ser se acercó a la claridad de la luna y por fin Levi pudo ver a ese imponente ser; un gran lobo café con detalles dorados y ojos color turquesas.

El lobo se acercó al pequeño infante y lamio aquellas lágrimas de tristeza que salían de aquellos ojos grises platinados, el infante solo se dejó hacer, después el lobo lo comenzó a olfatear iniciando en su cabeza, cara y cuello, para proseguir a lamberlo, esa acción solo provoco que el niño riera.

El niño solo se abrazó al cuello del aquel gran lobo como agradeciendo el gesto de hacerlo reír y olvidar por un momento sus pesares, era extraño, pero se sentía protegido con aquel lobo.

Al pequeño le encantaba aquella sensación y quería seguir sintiéndose así, por ello paso toda la noche con aquel lobo, pero ya casi para amanecer tuvo que dejar aquel lobo pues tenía que preparar sus maletas ya que partiría a aquella escuela que su tío le había comentado.

Al día siguiente Rivalle fue inscrito en aquella escuela militar, en la que forjarían su carácter a la fuerza, pero a pesar de volverse frio e indiferente con los demás, en su mente y corazón aún conservaba el recuerdo de aquel gran lobo café que le había dado consuelo cuando más lo necesitó y del cual por extraño que parezca se había prendado, aquellos hermosos ojos aparecían constantemente en su mente y en sus sueños.

Nunca conto a nadie el asunto, pero de cierta forma lo sabía que haberse enamorado de un animal estaba mal, simplemente era inaudito, sin embargo; no lo podía evitar, es mas ya nada podía hacer al respecto ya que aquel lobo estaba presente en toda su vida y sabría que alguien como aquel lobo no encontraría jamás, porque él era único.

Ese animal le había dado calidez y la sensación de protección y seguridad, y todo lo hizo con solo haberlo abrazado aquella noche cuando se conocieron y ahora deseaba verlo con muchas más ganas que nunca.

Para este punto ya Rivalle tenía 12 años y se acercaba la poca de vacaciones en aquella "escuela" él siempre se metía a cursos de verano con tal de no ver a su tío porque, aunque deseara ver a ese lobo; la tan solo idea de tener que ver al imbécil de Kenny le revolvía el estómago, enserio que odiaba a ese hombre como nunca y aún más después de lo que descubrió, pero aún no era tiempo de cobrárselas a ese bastardo hijo de puta, pero cuando lo hiciera se las cobraría con creses.

Pero ahora no podría meterse a cursos extras ya que Kenny exigió su presencia en aquella casa y muy a pesar de que quisiera mandarlo al diablo no podía pues aún era menor de edad. Así que no le quedo de otra que tener que ir a aquel lugar.

Tan solo para encontrarse con la idiotez que ahora se le había ocurrido a su imbécil pariente de comprometerlo con una muchacha rica de la alta sociedad y cuya familia era respetada y conocida por sus imperios en muchas partes del mundo, empresas que está de más decir eran muy famosas. Definitivamente ese hombre estaba loco.

*

Rivalle se encontraba en el bosque ya que después de aquella inesperada noticia él había peleado con Kenny y este le había jactado en la cara que mientras el fuera su tutor legal, tendría que hacer lo que el mayor decía, Rivalle enserio quería agarrar un arma y dispararle en la frente, pero tenía que morderse la lengua y obedecer o al menos aparentar obedecer.

¡Maldición! Si que estaba enojado y quería desquitarse con algo, Levi se encontraba golpeando un árbol cuando de repente sintió una presencia detrás de él y al mirar se dio cuenta de que era aquel lobo café al que quería y extrañaba con ahínco.

El lobo estaba más grande de lo que recordaba y se veía más imponente, por ello por unos momentos temió que aquel animal lo hubiese olvidado, pero todas esas dudas se disiparon cuando el animal se acercó y lo comenzó a lamer como en aquel entonces.

El joven se sintió muy feliz, aunque no lo demostraba abiertamente, pero sí que era feliz, pues aquel animal no lo había olvidado.

Pero las cosas de pronto cambiaron y tomaron un rumbo distinto

El animal tumbo al azabache en el pasto y en las hiervas que allí había y por unos momentos el menor pensó que aquel lobo quería que durmieran juntos como aquella vez que se conocieron cuando él tenía 5 años, sin embargo; las cosas no fueron así.