Seung Hwa dejo escapar un suspiro de sus labios, había perdido la cuenta de las veces que hizo aquello, a pesar de recorrer toda la institución educativa, no encontró a San, realmente tuvo la esperanza, hasta ese momento, de que su amigo no se hubiera escapado de la escuela, sino que estaba escondido en algún rincón de ella.
Lidiar con San era muy complicado en ocasiones, no se arrepentía de haberlo conocido y ser su amigo, pero en circunstancias que no eran como él quería, solía comportarse según lo que sentía y no entraba en razón con rapidez, algo que normalmente estaba acostumbrado a lidiar, sin embargo, aquel día, su corazón roto, también le dolía.
Desanimado, decidió que no quería asistir a clases, ya enfrentaría las consecuencias cuando tuviera que hacerlo, en ese instante, lo que necesitaba era estar en un lugar lejos de las personas, porque, aunque Woo Young desmintió el rumor de su noviazgo, aun escuchaba los murmullos de los demás preguntado si era aquel espectáculo no fue para encubrir la relación.
Tratando de mostrar como el hada blanca que todos admiraban, se mantuvo con la frente en alto y camino sin ningún tipo de prisa por el corredor que lo llevaría a la enfermería, fue saludado por sus hoobaes, correspondió el saludo y una vez que no lo observaron, dejo nuevamente que el aire escapara de su cuerpo.
Ingreso a la habitación sin preocuparse en llamar ya que sabía que la enfermera se encontraría impartiendo clases de salud, por lo que rápidamente fue hacia la sección de las camas, no obstante, antes de que pudiera dejarse caer sobre uno de los colchones, se encontró con la mirada arrepentida de Yeo Sang, quien, al igual que él, se saltaba las clases.
¡Maldita mi suerte!
Aquel día parecía ir en contra de Hwa, mordiendo los labios, hizo un gesto con la cabeza en modo de saludo y despedida para girar sobre sus talones, con lo que no contaba, era que el peliplata le tomara del antebrazo y lo obligara a permanecer.
- Lo siento, Seung Hwa - la voz de Yeo Sang de verdad trasmitía el sentimiento del remordimiento, pero el mencionado se mantuvo firme en seguir dándole la espalda, estaba seguro de que, si lo veía a la cara, terminaría derrumbándose - el cuerpo del mayor tembló cuando percibió como la frente del otro se recargaba en su espalda y como su cálido aliento lo acariciaba - Soy muy egoísta, quería creer tanto en una mentira cuando la verdad estaba delante de mis ojos...
- Lo eres - respondió Hwa permitiendo que las lágrimas por fin salieran - Eres tan egoísta -alzo la vista hasta el techo - No eres el único, yo también lo soy.... - trago saliva por lo que estaba a punto de revelar - Ya sabía que estabas enamorado de San, siempre tratabas de ser el héroe cuando Woo Young le hacía algo - una carcajada broto de sus labios de manera dolorosa - Pero también pude notar como San se enamoraba de Woo Young y....
- Woo se enamoró de San también - era evidente para el mayor que no era el único que lloraba - Lo vi... -Yeo aferro sus manos en los brazos de Seung Hwa con fuerza - Lo vi cada día suceder frente a mí y aun así cuando nos dijo que le gustabas tú, en realidad quise creerle, realmente desee que así fuera... - el menor apego más su cara al cuerpo del otro, por lo que le fue fácil sentir la humedad en su piel - Soy una basura de persona...
Si Yeo Sang es una basura de persona, ¿en que me convierte eso a mí?
- No eres una basura, Yeo Sang - a pesar de tratar que su voz no se quebrara al momento de hablar, no puedo evitar esconder su pesar - Todos, en algún punto de nuestras vidas, nos cegamos a la verdad que quisiéramos tener - sintió como la presión de los dedos del menor presionaban su carne - Y lo lamento... - Seung Hwa se cubrió el rostro con ambas manos - Porque si en verdad Woo Young hubiera estado enamorado de mí, jamás podría corresponderle... - inspiro aire - A mi me gustas tú...
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Fever Love
FanfictionEn cada escuela siempre existen aquellos alumnos que destacan más que otros, ya sea por un increíble atractivo físico, por una inteligencia superior al promedio o porque destacan en algún deporte, y el Colegio Deliar no es la excepción, no era una i...