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Jongho se había quedado completamente dormido después de aquella discusión con su hermano, y como castigo, Yeo le quito sus celular, argumentando que como tenía una reunión temprano con el doctor sobre su operación, no podía darse el lujo de entretenerse con el aparato.

Es por eso por lo que Jongho no tenía ni la menor idea de que Hong estaba esperando ansioso una respuesta, así que, al llegar de cita, aun pálido por la medicación y siendo asistido por su madre para poder llegar hacia su casa, la única preocupación que tenía, en el momento, era que sentía náuseas y que la comida no se le apetecía.

Al ingresar a la casa, su madre lo dejo cómodamente en el sillón prometiéndole traerle un pedazo de pastel de chocolate y un vaso de leche, quizá no era el mejor alimento para después del tratamiento, pero dado que su hijo soportaba sin quejarse y con optimismo todo el proceso, creía que se lo merecía, y se conformaba con que tuviera algo en el estómago después de que vomitara todo lo desayunado en el hospital.

Antes de retirarse a la cocina, le entrego su móvil, ya que sabía que su hijo no le perdonaría que pasaran más de 24 horas sin recuperarlo, no es que aun mantuviera mucho contacto con sus últimos compañeros de clases, pero debido a que lo único que podía hacer cuando lo mandaban en reposo absoluto era jugar en línea, conoció personas con las que le gustaba mensajearse de vez en cuando.

Riendo con el contenido de alguno de los mensajes, llego al de Hong, al verlo se quedó petrificado, nunca imagino que el mayor fuera el primero en contactarlo, tenía la impresión de que sería el, el que terminaría pidiéndole (rogándole) reunirse, pero fue al revés, por lo que no pudo evitar emocionarse.

Soltó una risilla tonta mientras se dejaba caer de costado sobre los colchones del sillón, su madre entro a la sala en ese momento y sonrió al ver a su hijo tan feliz, aunque desconocía el motivo, dejo el plato del postre y la bebida en la mesilla de centro, le dio un beso en la frente al menor y se fue a la cocina para revisar que ingredientes tenía para realizar una comida ligera que le cayera bien a su bebe.

Jongho admiraba la pantalla del aparato en donde aparecía el nombre de Hong, estaba entusiasmo y a la vez tenía miedo, quizá lo que le había enviado no era nada bueno, quizá era algo tonto, o quizá era algo bueno y que debía de ver inmediatamente, por lo que cerrando los ojos oprimió el mensaje.

Respiro profundamente antes de abrir los ojos y lo primero que vio, lo que hizo que soltara una exclamación de sorpresa fue la hora, el mensaje había sido enviado desde la noche anterior, con mucha culpa se mordió el labio inferior y leyó las dos líneas que componía el cuerpo del texto.

De: Bae <3

Asunto: ¿Quieres...?

¿Crees que sería posible vernos mañana? Ya sé que es muy pronto, pero dijiste que me demostrarías que darte una oportunidad no era mala idea...

Ahora se maldecía por dejar que su hermano tuvieran la costumbre de confiscarle el celular para que no lo despertaran, se prometió a si mismo que esa sería la última vez, después de todo, antes no había habido problema porque no tenía un novio que pudiera necesitarlo en la noche y, por tanto, ahora Hong tenía prioridad.

Rápidamente, sin querer perder más tiempo del que ya había pasado, escribió una respuesta, sin embargo, al querer enviarla se dio cuenta de que sonaba demasiado sosa, por lo que la borro, después escribió otra, pero le pareció tonta y así duro unos minutos hasta que estuvo medianamente conforme

Para: Bae <3

Asunto: ¡Perdón!

Me quede profundamente dormido y no escuche cuando llego tu mensaje. Claro que quiero verte hoy, ¿aún es posible?

Fever LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora