What if...? || Marvel || Hijos de Los Vengadores

45.

19 de Marzo de 2018, base de los Vengadores, 18:43 p.m.
Morgan no quería decirles que lo sabía. Pero lo sabía. 

Una parte de ella había estado completamente segura desde el principio de que algo iba mal. Y nada más llegar a la base había quedado claro el que estaba mal.

Porque al final no importaba si Ultrón estaba destruido o no, no si Mia estaba suelta por ahí. No si Mia podía volver a caer en manos de HYDRA. La historia volvería a repetirse, y la humanidad volvería a ser destruida.

Ni siquiera estaba prestando atención a Leah gritándoles a todos. Dirigió su mirada a Grant y sintió su propio corazón estrujarse al ver su mirada de decepción. Se había tomado la noticia de que Mia estuviese viva relativamente bien, pero que escapase era algo distinto.

No tenía sentido que hubiese logrado escaparse, en primer lugar. Se suponía que la base de los Vengadores era uno de los lugares más seguros del mundo. Aunque probablemente fuese porque había una gran cantidad de superhéroes rondando por la base, y cuando se había escapado no había ninguno.

Deberían haber dejado a alguien vigilando, deberían haber echo tantas cosas.

—Stark, ¿como es posible que la alarma perimetral no haya saltado?

—Sabotaje, cap. La han saboteado. No sabía que eso fuese posible. FRIDAY, ¿como ha pasado esto?

—Al parecer han utilizado algún tipo de tecnología desconocida.

—Del futuro, es del futuro — James golpeó la mesa en la que estaba reclinado —. ¿Como es posible que vuestra seguridad sea tan nefasta?

Natasha le sujetó por el hombro antes de que pudiese levantar el tono de más.

—Lo importante ahora no es cómo se ha escapado, sino a donde.

—Oh, ¿en serio?

El tono hostil de Leah sólo logró aumentar la tensión en la sala.

—Pues yo quiero saber como se ha escapado — mencionó Morgan, aprovechando el silencio —. Creo que es importante para saber a donde ha ido.

—Eso podría costar mucho tiempo. Las cámaras están...

—Ha sido Katia — lo interrumpió James.

Todos se giraron hacia él. Sostenía las esposas en su mano, mientras él y su madre las analizaban. Señaló la rotura del metal con el dedo.

—Están rotas, no forzadas. Mia las habría forzado. Katia las habría roto. Ha sido ella. Es su estilo.

Se hizo el silencio. Ninguno de ellos estaba seguro de hasta qué punto cambiaba la situación. Eso no quitaba que Mia estuviese suelta y fuese una amenaza. ¿Hasta qué punto podría Katia evitar que volviese a fabricar el virus? ¿Trataría de evitarlo siquiera?

Morgan apartó ese último pensamiento. Por supuesto que lo haría.

—Deberíamos mantenernos al plan inicial — habló el capitán, poniendo orden a la situación —. Si encontramos y eliminamos a HYDRA habremos acabado con la gran amenaza. Además, si Mia trata de volver a reunirse con HYDRA, deberíamos encontrarla por el camino.

Aquello empezaba a sentirse como un gran déjà vu. Morgan estaba segura de que todo eso ya lo habían echo hacia unos días. Habían tenido la misma conversación, y el mismo plan. Y no habían encontrado a HYDRA, ni a Mia, ni a Katia.

Pero habían acabado con Ultrón. Solo tenían que destruir todos sus robots y se habría ido. Para siempre. No iba a volver y no iba a matar a nadie nunca más.