What if...? || Marvel || Hijos de Los Vengadores

20.

27 de Julio de 2016, base de los Nuevos Vengadores, 10:30 a.m.
Todos los trabajadores estaban demasiado ocupados sacando objetos muy valiosos y peligrosos del camión negro con el símbolo de los Vengadores como para darse cuenta de que una figura vestida de negro, con capucha y máscara roja saltaba desde la parte superior del camión donde había estado tumbada segundos antes, lanzaba una telaraña, trepaba por la pared de la base de los Vengadores y entraba por una ventana.

Una vez dentro observó la habitación en la que se encontraba. Había un escritorio, con montones de libros y papeles distribuidos, además de un sándwich partido por la mitad, había una guitarra apoyada en la pared, varias estanterías y en la silla del escritorio alguien había dejado unas zapatillas de ballet.

—Muero de hambre — murmuró.

Cogió el sándwich, se levantó la máscara por encima de la nariz y comenzó a comérselo. Sintió sus instintos dispararse y dio una voltereta para pasar por encima del escritorio y quedarse al cerca de la puerta.

Nada más aterrizar se giró hacia la puerta que unos segundos antes tenia a sus espaldas. Nada más mirar se quedó atónita. La persona que estaba frente a la puerta mirándole ceñuda y de brazos cruzados.

—¿Quien demonios eres? ¿Y por qué te estás comiendo mi sándwich de mantequilla de cacahuete?

La chica se metió el resto de lo que quedaba de la mitad del sándwich a la boca y levantó su mano, señalándole con un dedo.

—Tú... estas muerta. ¿Qué está pasando?

Su tripa rugió, pidiendo más comida, pero supuso que no era buena idea comerse el resto del sándwich de la Viuda Negra, había oído muchas historias. Tenía demasiadas preguntas y tenía que salir de ahí y encontrar las respuestas. Empezando por descubrir por qué los Vengadores estaban vivos.

—Eso me gustaría saber a mi — contestó la pelirroja.

Miró a ambos lados y finalmente decidió salir corriendo hacia atrás, dando varias volteretas con una agilidad tan inhumana que Natasha se quedó sorprendida varios segundos antes de correr detrás suyo.

—¡Vuelve aquí! ¡Eh! ¡Para! ¡Intrusa!

La chica se dio la vuelta y vio un objeto azul y rojo justo antes de darse de cara contra el. Cayó de espaldas, patinando por el suelo y se levantó antes de que pudiesen volver a golpearla. Se giró para ver quien había sido y se quedó estática.

—Eso es de mala educación... ¿Capitán América? Pero, ¿qué...?

Saltó para subirse a una mesa y colocarse de cuclillas y observar a ambos. Se bajó la parte inferior de la máscara e inclinó la cabeza. Sus instintos volvieron a avisarle de un peligro.

—Oh, no — estiró el brazo y lanzó una telaraña a la Viuda Negra, dejándole la mano con una pistola pegada a la pared — es de mala educación disparar a los invitados, señora Viuda Negra.

—¿Está cosa sale de ti? — preguntó ella mirando la telaraña con la nariz arrugada.

—¿Quién eres? — preguntó Steve.

Ambos observaron a la chica. Botas negras parecidas a las de las misiones, mallas negras, sudadera negra con una araña dibujada con espray rojo y rodeada con un círculo, capucha y una máscara que era igual a la de Spiderman.

—Es cierto...

El Capitán América le lanzó su escudo antes de que ella pudiese contestar. La chica lo esquivó con agilidad, dando un salto, lanzó una telaraña, atrapando el escudo, y con otra lo dejó pegado a la pared.