What if...? || Marvel || Hijos de Los Vengadores

6.

4 de Marzo de 2016, base de los Nuevos Vengadores, 2:30 p.m.

James y Katia esperaban pacientemente a que Natasha terminase de recorrer sus cosas de la habitación para entrar ellos, de la misma manera que Leah, Torum y Morgan esperaban a que Rhodey saliese un poco más alejadas en él pasillo.

La puerta de la habitación se abrió y Natasha salió con una caja de cartón y ropa dentro. Los dos hermanos dieron un salto para ponerse rectos, separándose de la pared al hacerlo. La pelirroja mayor los miró extrañada durante unos segundos antes de hablar.

—Tenéis champú en la ducha, podéis tocarlo pero no gastarlo, ¿queda claro? El agua caliente no va muy bien, sino funciona quejaros a Tony pero a mi dejadme en paz. Y no toquéis mis cosas.

—No tocaremos nada — aseguró James — ¿algo más?

—Si, aunque no tiene que ver con la habitación. ¿Quien os ha entrenado?

Esa pregunta pillo por sorpresa a los mellizos, no se habían preparado para ella. Sin embargo, Natasha estaba realmente preocupada pues, desde que había ingresado a SHIELD, se había encargado personalmente de que no hubiese ningún programa como en el que ella vivió en su infancia, y pensaba que lo había estado haciendo bien, pero la aparición de ambos chicos significaba que no lo había estado haciendo tan bien como creía.

—SHIELD — contestó Katia sin pensarlo demasiado — oye, ¿Furia y Hill ya se han ido?

—No. Estaban yendo hacia el hangar. Creo...

—Todavía puedo alcanzarlos — se giró hacia James y le dio una palmada en el brazo — vuelvo en un minuto.

Y salió corriendo, a más velocidad de la posible para un humano normal y corriente. Cruzó todos los pasillos de la base hasta llegar al hangar, donde ambos agentes estaban a punto de subirse al Quinjet.

—¡Furia! ¡Furia, espera!

Los dos se detuvieron y se giraron hacia ella, que se detuvo a varios metros de ambos.

—¿Puedo hablar contigo un momento? — se giró hacia Hill — ¿a solas?

Ella asintió con la cabeza, se dio la vuelta y se subió al Quinjet. Furia examinó a Katia con la mirada, cada detalle de su cara y que parecía querer decirle algo importante.

—¿Te han dicho que eres igual a tu madre?

—Algunas veces. Tú me lo dijiste muchas veces, Clint cada vez que me veía, Bucky... Creo que todos veían a mi madre en mi, a mi padre en James...

—He leído todo y...

—No lo comentes, ¿vale? Yo solo... — abrió y cerró la boca varías veces antes de decir nada, no podía decirle nada de su futuro — quería darte las gracias, en el futuro nunca lo haré, y quizás ahora nunca pueda, así que...

Katia asintió y se despidió con un gesto de la mano antes de salir corriendo de nuevo. Furia la observo alejarse y negó con la cabeza con una pequeña sonrisa. Igual a la madre, pero con un tono del carácter del padre.

Cuando la chica pelirroja llego a la puerta de la habitación, James seguía esperándola apoyado en la pared.

—¿Me estás esperando?

—No quería entrar solo.

Se dieron la mano y entraron a la habitación. Era bastante pobre en cuanto a decoración, es que básicamente no tenía nada. Las paredes eran blancas, había una cama doble, un armario empotrado blanco, la puerta del baño, un escritorio con cajones y una ventana amplia frente al escritorio.