11.

5.7K 353 33
                                    


17 de Diciembre de 2040, escondite de los Vengadores, 21:00 p.m.
Era el cumpleaños de Katia y James, su cumpleaños número veinte, y el ambiente estaba bastante más feliz que el resto del tiempo. Aunque ambos habían insistido en que no tenía ninguna importancia y en que no había que celebrar absolutamente nada. Sin embargo, Scott y Hope habían insistido todavía más porque necesitaban algo para alegrar a todos, y ese era un buen motivo para celebrar, pues no se cumplen veinte todos los días.

James se pasó la mano por el flequillo rizado por decimoquinta vez en cinco minutos, estaba realmente nervioso.

—¿Le pasa algo a tu flequillo?

El chico se sobresaltó y se giró hacia su hermana, que le sonreía burlona con dos vasos de papel en la mano. Katia le tendió uno y él lo cogió.

—¿Qué es?

—Coca-cola sin cafeína. Para tus nervios. Y ahora en serio, ¿tú flequillo?

—Se me cae — Katia se lo coloco bien usando sus manos — gracias.

—En serio que nunca te había visto tan nervioso. Lo harás muy bien, además nadie podría resistirse a esa sonrisa.

—¿De verdad?

—Claro, tenemos la misma.

Le dio una palmada en el hombro y lo empujó hacia delante. James no pudo evitar recordar la charla que habían tenido hacia un par de días. Katia estaba tumbada en la cama de ambos cuando James entró y se sentó en la cama.

—Kat, ¿puedo hacerte una pregunta?

—Ajá — respondió ella sin levantar la mirada de los planos que estaba estudiando.

James se los quitó y ella frunció el ceño.

—¿Qué pasa? ¿Algo va mal? ¿Nos atacan?

—No. No... Es una pregunta sobre otra cosa.

Katia se incorporó y se sentó cruzada de piernas como los indios.

—¿Tú...? ¿Tú crees en el amor?

—Es algo que todavía no tengo comprobado. ¿Por qué?

—Creo me he enamorado — se dejó caer de espaldas.

—¿En serio? — frunció el ceño — ¿de quién? ¿Y por qué parece algo malo?

—Morgan.

—Oh, ¿y qué vas a hacer? ¿Se lo vas a decir?

James giró su cabeza para mirarle.

—¿Si? ¿No? No lo sé. Quiero decírselo, pero... Va a dejar de hablarme para siempre... No quiero que deje de hablarme.

—No lo haría. Es Morgan de quién estamos hablando.

—Vale, ¿y entonces como quieres que se lo diga?

—No se, busca algo romántico, en un lugar bonito. A mí no me preguntes.

Así que en ese momento observando a Morgan hablar a lo lejos con Hope y su hijo, Henry, sobre cualquier cosa de ciencia se puso todavía más nervioso. Esperó a que dejasen de hablar para acercarse, bebiéndose la coca-cola de golpe y dejándola en una mesa.

—Hola.

—Hola, James. ¡Feliz cumpleaños! — Morgan le abrazó.

—Gracias. Oye, he encontrado un lugar genial y me gustaría enseñártelo.

—Vale. ¿Vamos?

James sonrió y la guió por los pasillos, subieron varios pisos de escaleras y llegaron hasta un saliente del tejado, era lo suficientemente ancho para que dos o tres personas cupiesen tumbadas, aunque no cabían de pie.

What if...? || Marvel || Hijos de Los Vengadores Donde viven las historias. Descúbrelo ahora