14.

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1 de Julio de 2016, base de los Nuevos Vengadores, 7:00 a.m. 
Habían pasado dos meses, dos meses desde que los chicos del futuro les habían dicho quienes eran y les habían contado su futuro. Desde entonces Steve y Natasha no paraban de cruzar miradas más largas de lo normal o sonreírse mutuamente constantemente, cosas de las que el resto estaban más que hartos, excepto los mellizos, ellos estaban encantados de tener una posibilidad de llegar a existir. Aunque, claro, ninguno había tocado el tema de Cárter.

Natasha se estaba preparando el desayuno después de haber salido a correr y haber entrenado, cuando Steve pasó por la cocina.

—Rogers — saludó Natasha con una sonrisa.

—Romanoff — saludó él de la misma manera.

Luego Steve se fue a darse una ducha.

—¿Cuándo vas a besarlo? — preguntó una voz a sus espaldas.

—Buenos días a ti también, Clint — contestó ella dándose la vuelta para mirar a su mejor amigo.

Clint le quitó importancia con un gesto de la mano e intentó robarle el café a la pelirroja, que lo puso fuera de su alcance.

—Oh, vamos... Solo un sorbo — pidió.

—Prepárate uno.

Él frunció el ceño pero terminó haciéndole caso.

—Ahora en serio, ¿cuándo?

Natasha se cruzó de brazos mientras sonreía.

—Pues... no lo sé.

—¿Es en serio? Llevo esperando dos meses. Espero que al menos me lo digas.

Ella se limitó a observar su café durante unos instantes mientras pensaba la respuesta. Clint tenía un poco de razón.

—Steve es diferente, ¿vale?

—¿Diferente en plan que viene de otra época o diferente en plan que es un súper soldado?

—Diferente en plan... — miró a Clint confusa — los dos. Pero no me refiero a eso. Yo lo decía en el sentido de que... Steve de verdad me importa y quiero que sea especial.

Clint la observó mientras apuraba el final de su café y luego le sonrió ampliamente.

—¿Qué? — Natasha frunció el ceño.

—Estas enamorada — le dijo señalándole con el dedo.

—Pff... No seas idiota, Clint. Solo me gusta... un poco.

El asintió varias veces.

—Ya... ¿Y por eso llevas esperando que venga a desayunar desde que hemos empezado a hablar?

—Eso no es cierto. Solo sé que va a venir, porque viene todos los días después de entrenar.

—Ajá.

—Oh, cállate — le empujó hacia un lado — además, si nos besásemos, no te lo diría.

Clint rió pero al ver que su mejor amiga iba enserio frunció el ceño y la siguió por toda la cocina preguntándole el por qué no se lo diría. Aunque no consiguió una respuesta porque Nate y Katia entraron por la puerta.

—Hola.

—Buenos días — saludó él.

—¿Qué hacéis levantados a las siete de la mañana? — preguntó Clint — sois jóvenes, disfrutad de la cama.

—Siempre estamos levantados a estas horas — contestó Katia sacando unos cereales.

—Si. Este es nuestro segundo desayuno — explicó Nate.

What if...? || Marvel || Hijos de Los Vengadores Donde viven las historias. Descúbrelo ahora