Monster in the rain

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Capitulo 5

¡Hey, tierra llamando a Lucy! — sentí gritar a Amy, mientras pasaba su mano una y otra vez frente a mis ojos, despertándome de mi ensoñación.

Me había quedado quieta, de pie, como una idiota. Mirando el espacio vacío de la cafetería en que hacía unos minutos había estado james.

-Ah, hola.- saludé yo avergonzada y parpadeando.

-Sí, hola, mira que eres traviesa.- En su cara había una sonrisa coqueta.

La miré confundida.

-No sé de qué hablas.- Le dije esto y me di la vuelta, dejándola allí, mientras iba al otro lado del mostrador, y sacaba un capuchino recién hecho de la máquina.

Ella siguió intentando que le confesara algo.

-Oh, vamos que no soy boba, ¿Quién es ese James? Nunca lo has nombrado y ahora es tu amigo.

-Ya te dije, un NUEVO amigo de la universidad- dije haciendo énfasis en Nuevo y mirándola de reojo.

-Mmm... En la universidad ¿eh?

Seguí haciendo otras cosas para no mirarla a los ojos. Como limpiar, cocinar, atender clientes.

-En una clase del pasado semestre.

-Oh está bien.- se dio por vencida ella, yo volvía respirar.- Es sexy, ¿no?

-Un poco, creo.

No pareció dar crédito a sus oídos, yo tampoco me lo creería, claro.

-¿Un poco? ¿Creo? Sabes lo que creo, que tienes que salir más, te voy a llevar a una fiesta que hay en la casa de la amiga de un amigo-...

La miré enojada, no tenía ganas de salir a ninguna parte.

-No, no quiero, ya te he dicho, esos amigos tuyos no me gustan.

-Okay, okay... Pero hablando de tu nuevo amigo, ¿le has visto los ojos? Si tú no sales con él, saldré yo.

Dejé de pasar el trapo por una de las mesas. Y la miré.

-Sabes, es muy extraño.

Ella juntó los labios y asintió dándome la razón. Luego encogió los hombros.

-¿Qué importa? Está buenísimo- agregó mientras me apuntaba con el dedo y se alejaba de mí.

-A mí no me engañas, sé que te gusta, Lucy. Atiende mientras voy al baño.

Mientras no estaba llegó una mujer y pidió un café negro con leche y un blueberry muffin.

Harry había estado allí todo el tiempo y seguía allí. Había escuchado todas las conversaciones en silencio.

-¿Qué te dijo al oído? — Mencionó de repente sobresaltándome, pues no me acordaba que él estaba allí.

-¿Quién? -Me hice la idiota.

Preparé el café y se lo di a la señora, que luego me pagó y cuando fui hacia la caja registradora, Harry volvió a hablar.

-Ya sabes de quien hablo.- dejé de moverme por un segundo. Miré hacia él.

-Me preguntó a qué hora salía del trabajo.

Mi amigo me miró de arriba abajo.

-¿y crees que es una cita?

Le di el vuelto a la señora.

-Gracias.- la mujer se fue a sentar a una de las mesas.

-No creo nada, Harry.

Just call me James Donde viven las historias. Descúbrelo ahora