Bucky Barnes

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Capítulo 10


La mano del desconocido ahogaba mis gritos de ayuda.

Me asusté y más, cuando me di cuenta que el abuelo Rup estaba totalmente dormido. No iba a escuchar mis gritos de auxilio.

Ya que tomaba pastillas fuertes para dormir.

En ese momento no pensé claramente, y bajo presión, actué para tratar de defenderme, fuera quien fuera.

La silla se volcó en el suelo cuando la patee fuertemente. Pensé en usarla como arma, cuando otro fuerte brazo me tomó por la cadera, así levantándome del suelo.

Patalee más, y luego recordé mis armas, pero era imposible para mi llegar hasta ellas.

Recurrí a la violencia, mis brazos seguían libres y entonces le di con mi codo un golpe hacia las costillas y con mi pierna derecha -la cual era la de metal- le di una patada en una de sus piernas. No sé a qué le di.

Reaccionó soltándome rápidamente, luego solo sé que en la oscuridad vi una sombra que se movía, alejándose de mí.

-¿Quién eres? -Pregunté con voz cansada, mientras corría hasta mi mesa de luz y tomaba lo primero que encontraba. Un arma de fuego. Le saqué el seguro y apunté a la gruesa sombra.

-Se usarla.-

Una voz un poco enojada vino desde la sombra.

-Lucy, soy yo... baja el arma.

Abrí los ojos como platos y tomé el arma con más fuerza. Era SU voz, era James. No sabía porque él estaba aquí, y por qué me había atacado. Unas ondas de miedo entraron en mis venas.

-¿James? ¿Qué quieres?

Vi que la sombra se acercaba. Me alejé con el arma todavía en la mano, sin perderme ninguno de sus movimientos.

Puso sus manos levantadas en señal de paz.

-Solo quiero arreglar las cosas.- Yo igual seguía apuntando hacia él.

La luz de la luna entraba y podía ver su cara. Una parte se veía claramente, la otra seguía metida en las sombras.

Si, se parecía a la foto de internet. Aunque ahora tenía el pelo hacia atrás, atado en una cola.

-¿y entraste sin permiso a mi casa?- dije asombrada y temerosa.

-Emmm... si perdón...

Lo detuve antes de que dijera algo más.

La mano libre que tenía, la puse sobre mi pecho, mi corazón latía a mil por hora desde que me había sujetado por atrás.

-¿Sabes el susto de muerte que me has dado? ¡No hagas eso nunca más!

Mi voz se escuchaba nerviosa e histérica.

-Está bien- con calma seguía levantando los dos brazos hacia mi.- Puedes bajar el arma, soy yo.

Lo miré de reojo.

-Se quién eres.- dije mientras trague saliva, tenía miedo de lo que el había sido.

El había tenido un poco de razón, no sabía que esperar de él.

Seguía con mi agarre fuerte en la pistola hacia James, por si tenía que usarla.

El bajó los brazos.

-¿A qué te refieres?

El había interpretado bien mi tono de voz.

Just call me James Donde viven las historias. Descúbrelo ahora