Rayen

✩𝐂𝐚𝐩. 7✩

03 de mayo, 2943

Llevo sin hablar con Kaden más de una semana.
Desde lo que pasó en el comedor no ha vuelto a insistir en volver a cambiar de parejas.
No me ha mirado y ni siquiera me ha hablado para hacerme enfadar, como hace siempre.

Y siendo sincera, me he dado cuenta de que prefiero que Kaden me odie pero me hable a su indiferencia.
Y aún no sé muy bien porque pienso así... es decir, siempre he querido que me deje de molestar y de hablar, y cuando por fin lo hace siento que algo no está bien.

Creo que es porque aún me siento culpable por lo que le dije.
Pero sigo sin pedirle disculpas.

Ahora mismo son las dos de la mañana y llevo media hora mirando al techo mientras escucho música pensando en... aunque me cueste admitirlo, en él.

Porque sé que mucha parte de la culpa la tengo yo, porque dije algo de lo que me arrepiento muchísimo. Pero otra parte de la culpa la tiene Kaden. Me estaba poniendo nerviosa y no paraba de molestarme. Además que también dijo algo que me hizo mucho daño.

Aunque también tengo que decir que durante esta semana he estado muy bien en las clases de lucha, con Nick de pareja, porque he aprendido muchísimo.

En vez de hacer lo que el profesor nos pedía, que era básicamente luchar, me ha estado enseñando.
De todo: tácticas rápidas, movimientos, a golpear más fuerte...

Pero aún así siento que algo no está bien.

Me incorporo hasta quedar sentada en la cama y me fijo en como todas las chicas ya están dormidas.

¿Por qué no puedo dormirme tan rápido como ellas?

Suspiro mientras me levanto.
Cojo mi móvil aún con los auriculares puestos y salgo de la habitación.

Durante el camino no se exactamente donde me dirijo, simplemente tengo la necesidad de caminar, pero cuando veo el pasillo que tiene la puerta de la biblioteca decido entrar.

Abro la puerta corredera sin hacer ruido y la cierro cuando ya estoy dentro.

Delante de mí vuelven a aparecer esas enormes estanterías.

Empiezo a caminar hacia las estanterías sin saber porque.
Realmente es una biblioteca muy grande.
Por cada paso que doy veo una nueva estantería con muchos más libros.

Me encanta, aunque nunca he sido mucho de leer.
La verdad, ahora que lo pienso, es que nunca he sido mucho de... nada.

Paso el dedo por encima de los lomos de algunos mientras leo los títulos.
Hay algunos que están en un idioma que no entiendo pero hay muchos otros que sí puedo entender.

Decido coger uno, el primero que veo.
Me siento en el suelo con el libro en la mano y delante de mí aparecen unas palabras.
No entiendo nada.

¿Por qué simplemente el mundo en un pasado no se puso de acuerdo y se quedó con una sola lengua? Todo hubiera sido más fácil.

Aunque no entienda nada empiezo a pasar las páginas lentamente, observándolo todo, como si fuera lo más fascinante que he visto nunca.

Y de repente oigo algo fuera.
Cierro el libro de golpe y me levanto bruscamente. Decido esconderme detrás de la estantería porque tampoco hay otro sitio al que ir.

Entre los libros veo como la puerta se abre y alguien entra.
Como todo está muy a oscuras no puedo distinguir bien quién es.