✩𝐂𝐚𝐩. 16✩

723 85 79
                                    

22 de mayo, 2943

El camino desde el comedor hasta el despacho de mi padre se me hace eterno mientras recorremos todos los pasillos del castillo.

En medio va Clayton, que de vez en cuando le lanza alguna mirada a Kaden, aunque no se interpretar que está intentando decirle.

Lo ignoro y me centro en lo que diré.

Sin darme cuenta ya hemos llegado a la puerta.

—Oye chicos, de verdad no hace falta que la culpa vaya para vosotros también, quiero decir, la culpable al fin y al cabo fui yo, así que...

Kaden no me deja terminar porque me hace a un lado y llama a la puerta.
Lo miro con mala cara pero parece no notarlo así que simplemente suspiro.

Pocos segundos después aparece mi padre delante nuestro.

—Adelante —nos indica haciéndose a un lado.

Los tres entramos en silencio.

—¿Por qué estáis aquí? —pregunta mirándome.

—¿Y por qué no? —pregunta Clayton soltando una pequeña risa nerviosa.

Normalmente la gente le tiene mucho respeto a los jefes, pero como el tío de Clayton también forma parte de ellos supongo que no se siente tan intimidado y por eso se atreve a hacer este tipo de comentarios.

Mi padre hace caso omiso mientras nos da la espalda y procede a sentarse en la silla que hay detrás de la mesa.

Nos hace un movimiento con la mano indicando que nos sentemos también, pero solo hay dos sillas así que me quedo de pie esperando a que se sienten ellos.

Clayton se sienta encantado pero cuando me giro hacia Kaden veo que también se ha quedado quieto.

—Princesa, siéntate —murmura pero parece más una orden.

—Siéntate tú —indico a la defensiva.

—¿Y donde vas a sentarte tú?

—Tengo piernas, puedo quedarme de pie —pongo los ojos en blanco.

Él imita el gesto y da un paso hacia atrás.

—Yo no voy a sentarme.

—Bueno pues yo tampoco.

—Chicos, no es el momento de tener una de vuestras peleas raras —murmura Clayton mirándonos con enfado.

Yo resoplo pero dejo a un lado mi orgullo y me siento.
Veo como Kaden sonríe un poco y se pone detrás de ambas sillas, cruzando los brazos.

—¿Habéis terminado? —pregunta mi padre apartando la vista del móvil y mirándonos con interés.

—Sí.

—Bien, ¿por qué estáis aquí?

—¿Y por qué...?

—Clayton —Kaden lo corta antes de que termine de hablar y cuando él lo mira niega con la cabeza como diciendo "para porque como sigas así el castigo será solo tuyo".

Clayton carraspea y se sienta mejor en la silla, mirando a mi padre.

—Perdón.

Mi padre lo mira unos segundos pero después su mirada se dirige a mí.

—¿Por qué estáis aquí?

—He roto las luces —admito.

—Hemos roto —me corrige Kaden.

RayenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora