26 de abril, 2943
Caigo al suelo de espaldas y suspiro por enésima vez.
Kaden, que está encima mío sonríe victorioso.—Quita —le digo de mala gana.
—Princesa, te he ganado todas las veces que hemos luchado, deja de intentarlo.
Camino unos pasos hasta donde tengo mi botella de agua y bebo.
Estamos en clase de lucha, y es la última clase del día.
Para ser el primer día de clases se podría decir que me estaba yendo bien. Las materias me gustaban, los profesores también... pero esta clase ha estropeado mi día entero cuando al profesor se le ha ocurrido la maravillosa idea de ponerme con Kaden.De verdad, de todas las personas que hay en este grupo —que no son pocas —¿me tienen que poner con el que más odio?
—Seguimos —le digo a Kaden de mala gana.
Él, como siempre, seguro de sí mismo, asiente.
Muchos grupos han tenido esta clase antes que nosotros y he visto a mucha gente en la enfermería. Cosa que me ha
preocupado, sobre todo cuando el profesor, nada más empezar la clase, ha dicho: ¡tenéis que dar golpes y recibirlos, sin miedo a hacer daño!Sí, así tal cual.
Y aún más preocupada he estado cuando me ha puesto con Kaden.Pero he notado que durante la hora y media de clase que llevamos, él no me ha dado ni un solo golpe. Ni siquiera lo ha intentado.
Él simplemente esquiva, o se defiende, pero me gana todas las veces tirándome al suelo sin golpearme.
Cosa que en parte agradezco, pero no se lo voy a decir.
En cambio, yo sí que lo golpeo, o lo intento. Y encima parece que eso le divierte porque por cada puñetazo que intento darle sonríe.
—Bien princesa, empecemos.
Adelanto un poco el pie izquierdo, el pie derecho lo tiro un hacia atrás, y coloco mis manos a la altura del pómulo.
Kaden hace lo mismo.Y como sé que él no lanzará el primer golpe, lo hago yo.
Con un movimiento rápido hago el intento de darle un puñetazo con la mano izquierda, pero como siempre, lo esquiva.
Ya hemos luchado más de cinco veces y sigue ganándome.
Pero en serio, ¿cómo se le ocurre al profesor ponerme con Kaden? Y ahora no lo digo porque lo odie —que también —sino porque debería hacer parejas más equilibradas. Y más si es nuestra primera clase.
Suspiro volviendo a mi posición inicial.
Y casi sin verlo venir, Kaden me hace perder el equilibrio y vuelvo a estar de espaldas al suelo con él encima.
Muevo los brazos para ver si me libro de su agarre, pero soy incapaz.Suspiro.
Pero se me ocurre algo.
Sé que no va a funcionar, pero no pierdo nada por intentarlo.
Kaden está sonriendo, como siempre que me gana.—Me gusta tu sonrisa —digo, intentando esconder mi mal humor.
Noto en su cara el desconcierto, hasta que parece que ata cabos porque me mira burlón.
—Por favor Brielle, ¿te crees que soy idiota? Puedes hacerlo mejor.
Lo miro mal, pero justo cuando va a levantarse y suelta mis muñecas veo el momento perfecto para empujarlo hacia mi derecha.
Acto seguido me pongo encima suyo como él ha hecho para mantenerlo allí y no puedo evitar sonreír al ver que lo he ganado.
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Rayen
RomanceDrytgar ha funcionado siempre gracias a sus prohibiciones, reglas y trabajos. Nadie nunca ha querido descubrir que hay más allá, y nunca nadie ha puesto en duda su funcionamiento. • • • • • • Cada año, todos los adolescentes de 18 años se tiene...