Rayen

✩𝐂𝐚𝐩. 18✩

23 de mayo, 2943

Clayton se queda mirándome, en un silencio muy muy incómodo —al menos para mí —. No tendría que haberle preguntado eso.

—¿A qué viene esa pregunta bonita? —se pasa la mano por el pelo y baja la mirada.

—Yo... déjalo, no lo sé —me encojo de hombros.

—¿Sientes algo tú por el?

—¿Qué? Por supuesto que no.

—¿Entonces por qué te importa si él siente algo por ti o no?

—No me importa —pongo los ojos en blanco.

—Dilo muchas veces a ver si te lo crees.

—No me importa Clayton —murmuro cruzándome de brazos —solo es simple curiosidad.

—¿Y de donde has sacado esa curiosidad?

—Pues... él... es decir, no... yo... ¿yo le importo? —pregunto sin pensármelo dos veces.

Y me arrepiento al instante por la pequeña sonrisa que aparece en su rostro.

Pero ¿por qué le he preguntado eso? ¿Qué me pasa?

—Será mejor que me vaya —niego con la cabeza mientras doy media vuelta.

—Bonita, ¿tú crees que le importas?

La pregunta que hace provoca que me gire otra vez hacia él.
¿Creo que le importo a Kaden?

—No lo sé, supongo que de vez en cuando se preocupa por mí. Así que supongo que a veces le importo un poquito —me encojo de hombros.

Él sonríe negando con la cabeza.

—Deja de minimizarlo todo. Si le importas, le importarás todo el tiempo no solo "a veces".

—Bueno pues supongo que sí, le importo.

—Bien, allí tienes tu respuesta a la pregunta.

Bajo la mirada, intentando con todas mis fuerzas no sonreír.
No porque no quiera que Clayton lo vea, sino porque no debería estar sonriendo por esta cosa tan tonta. Y menos poniéndome feliz porque sé que le importo a Kaden.

—Y para encontrar la respuesta a tu otra pregunta, deberías hablar con él.

—No. Estoy enfadada con él.

—¿Por qué?

—Pues porque sí —me encojo de hombros.

Porque ahora me confunde.

—Está bien —murmura sonriendo.

—Vale.

—A él le haría feliz que en algún momento le demostrases que te importa, aunque sea un poquito.

—No me importa, ni un poquito.

Silencio.

—Claro, como tú digas.

—Por cierto, gracias por ayudarme a subir de puesto.

—Por supuesto —me sonríe y dicho esto me hace una señal con la mano en modo de despedida y vuelve a correr.

Me quedo quieta en el sitio durante unos segundos, perdida en mis pensamientos.

Está bien, lo admito, puede que Kaden me importe un poquito. Muy muy poquito. Pero sí, me importa.