RUN | F1

plan happy pierre.

29 DE JULIO 2019
HOCKENHEIM, ALEMANIA

Salimos del bar, la chica francesa sostenía a Pierre mientras Charles le abría la puerta del vehículo. Lo subió y lo miró durante unos pocos segundos, para después cerrar la puerta de la Range Rover.

—¿Quieres venir, o necesitas que te llevemos a algún lugar?— le dije yo a la chica, mientras ella se alejaba de la puerta, en la que detrás se encontraba Pierre.

—No, no. Está bien, gracias. Creo que lo mejor será volver a casa.— los chicos ya estaban encima del auto, mientras yo me encontraba hablando con la chica, la cuál era unos centímetros más baja que yo.

—¿En serio tomaste un vuelo en el segundo en el que te llamó llorando?— pregunté yo, mirándola.

Se notaba a rajatabla que Céline quería a Pierre con su vida. La manera en que lo mira me hace preguntarme a mi misma si así es como me veo yo al mirar a Lando.

—No nos veíamos desde Diciembre y salí corriendo en el segundo en el cuál me llamo, exacto. Creo que después de todo... yo también lo necesitaba.— me dice ella, largando un leve suspiro.

—¿Estás segura que no queres que te lleve? puedo dejarte en algún lugar, el aeropuerto, dónde quieras.— le digo a la chica de ojos marrones, ella solo me niega con la cabeza, con sus gafas y su libro en mano.

—Muchas gracias, me quedaré por aquí hasta tomar mi vuelo, Clara.— me dice ella, yo asiento, sin la necesidad de seguir insistiendo.

—Está bien. Te avisaré cuando Pierre despierte, quédate tranquila.— le respondo, mientras ella asiente hacía mí.

—Porfavor. Muchas gracias por estar con él.— miro a través del polarizado. Pierre durmiendo, con la cabeza apoyada en el regazo de Charles, quién acariciaba lentamente su cabello.

—Para eso estamos. Gracias por venir, espero que se vuelvan a reecontrar cuando él esté mejor.— digo, poniendo mi mirada en ella.

Nos despedimos y subí al vehiculo, mirando por el espejo retrovisor la cara de Charles.

Veo como Pierre lo abraza y con Lando giramos nuestra cabeza, para ver la imagen más tierna que habíamos visto hasta el momento.

Lan agarra mi mano y yo llevo mi mirada hasta él, quién miraba a los chicos con una gran sonrisa.

—Hacemos un buen equipo.— digo, frenando en un semáforo que marcó el rojo justo cuándo comencéa hablar.

—Gracias.— habla Pierre, sobando sus mocos con la manga de su camisa.

—¿Por qué?— dije yo, girando levemente mi rostro.

—Por traerme a mi Liné. Por ser tan buenos amigos, por estar aquí...— su voz sonaba ronca, casi desgarrada ante la melancólica situación que estábamos pasando todos juntos.

Vuelvo a estacionar el auto después de avanzar un par de metros cuando el semáforo tocó el verde.

Giré mi cuerpo, al igual que Lando.

Pierre levantó su cabeza, para sentarse a un lado de Charles, quién se veía desde aquí con la mirada algo perdida y sus ojos aguados.