like a wolf.

4K 357 48
                                    

20 DE AGOSTO, 2019MARTES, 16:32 PMNIZA, FRANCIA

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

20 DE AGOSTO, 2019
MARTES, 16:32 PM
NIZA, FRANCIA

Hacía unos pocos minutos nos habíamos subido al avión, Lando a mi lado, Pierre y Charles frente a nosotros y Arthur en un asiento aparte, durmiendo con sus pies estirados y un abrigo que lo tapaba.

—Anoche se fue de fiesta y lo fuí a buscar cuando estaba volviendo. Yo creo que dormirá hasta el Martes que viene, mínimo.— dice Charles, mirando a su hermano.

Lando y yo reímos, mientras Pierre se sacaba fotos desde su lugar.

—El que puede, puede.— digo yo, organizando los papeles metidos en mi bolso.

—¿Tenes autos allá?— preguntó Pierre, bajando su celular y alzando sus cejas de manera seguida.

—Mandé un par de autos, si. Me salió mas caro el envio del Lambo que el Lambo, pero aparte de eso... no te voy a prestar ninguno. Una vez le presté el auto a Lando en plena nueve de Julio y casi nos mata.— dije, mirando a mi novio que tenía su boca abierta en una reacción de sorpresa.

—Se suponía que tenías que guardar el secreto, Gale.— me dice, mientras yo solo dejo un besito en su mejilla, seguido de una leve risa.

—En mi defensa manejan del lado izquierdo. Y en mi defensa Clara estaba medio borracha y me tiró las llaves del auto, literalmente no me quedó de otra.— dijo, haciéndo que yo suelte una leve risa, con las miradas sorprendidas de mis amigos sobre mí.

—¿Clara borracha?— preguntó Pierre, con el ceño fruncido.

—¿Estás seguro que no eras vos en una especie de alucinación por el alcohol, Lando?— Charles me hizo soltar una carcajada, mientras Lan levantaba su dedo del medio para el monegasco.

—En Argentina hay Fernet con coca. Y no tengo nada más para decir, esa es mi única excusa.—

El vuelo se pasó insoportablemente lento hasta Buenos Aires, y casi unas dieciséis horas después nos encontrabamos aterrizando en Ezeiza.
El paraje era más que nada para cambio de tripulación y carga de combustible, donde nos tuvimos que bajar, sintiendo el frío humedo de Buenos Aires chocar justo con nuestras caras.

Eran casi las cuatro de la mañana cuando nos dirigimos a comprar un café a esas típicas maquinas de café preparado, ya que la gente en el lugar no era mucha. Los chicos entregaron sus pasaportes y presentamos los papeles necesarios para entrar al país y en el camino pude ver como Charles medio que cargaba a su hermano, quién tenía su cuerpo apoyado en Charly como si pesara lo mismo que una pluma.

RUN | F1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora