RUN | F1

the final countdown - part I

25 DE NOVIEMBRE, 2019
LUNES, 05:15 AM
ABU DHABI, UNITED ARAB EMIRATES
[128 HOURS TO QUALIFYING DAY]

Mi respiración se aceleraba mientras mi trote se mantenía, como hacía unos cuarenta minutos atrás, donde mis pasos me alejaban del hotel, por la isla capital de los Emiratos Arabes.

Tina estaba a mi lado, no solo era mi manager, si no que también se encargaba de entrenarme específicamente antes de las carreras, donde los entrenamientos no eran de mayor fuerza muscular o demasiada tonificación ante los musculos de mi cuerpo.

Era temprano, demasiado temprano, pero en estos lugares había que salir a esta hora, antes de que el calor venga de golpe y te tire al suelo de una patada. O al menos eso era lo que había aprendido de mis años en la fórmula menor, siendo la máxima ganadora del circuito Yas Marina de la categoría.

Pero había un problema, un problema que no iba a tomar en cuenta las veces que pisé ese circuito o las veces que me subí al podio árabe.

Ese problema era que el pentacampeón de la última generación de pilotos estaba pisandome los talones tras una no muy buena actuación de mi parte en Brasil, mi unidad de potencia falló en la curva más importante, me fui hacía la grava y perdí mi puesto.

Llegué última, con un gran DNF que no me hizo sumar puntos, Verstappen me arrinconó, haciendo que una carrera antes de la final mi auto se choque, nuevamente, contra una de las paredes de contención, por sus estupidas maniobras peligrosas.

Ahora Hamilton tiene trecientos cincuenta y cinco puntos. Yo tengo trecientos sesenta y nueve puntos, sigo igual desde Estados Unidos.

Nueve puntos nos separan de una carrera que yo tenía que ganar sí o si para obtener el campeonato, cualquier puesto servía mientras sea Lewis el que esté debajo de mi posición.

Mis manos se aferraron a la botella de agua que me ofrecía mi madre, encima de su scooter y paramos a un costado del pasaje, viendo como el sol saliente iluminaba la Isla de Yas.

-¿Estás lista, amor?- preguntó mi mamá, mirándome, con sus ojos marrones pegados a mí.

-Si, ma. Nací lista...voy a ganar.- le digo, sonriendo mientras ella y Tina se miran brevemente.

-Entonces a seguir entrenando, chiquita.- me dice la morena, a mi lado mientras yo acomodo mi top deportivo, donde podía sentir la cadenita con esa letra en mi cuella, viendo como la gente que pasa a mi lado me sonríe casi de manera inmediata al verme.

No era raro ver a un piloto de Fórmula en la Isla, lo que si les llamaba la atención era ver la cantidad de cámaras que me seguían a la distancia, mientras yo corría, con las mujeres a mi lado y la seguridad detrás de nosotras.

Sin importar la cantidad de reporteros o periodistas que me pisaban los talones, seguimos en lo nuestro, ya que no podíamos darnos el lujo de preocuparnos por otra cosa que no sea el campeonato, al menos a estas insstancias de la competencia.