you don't have culture.

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maraton 2/322 DE AGOSTO, 2019JUEVES, 16 PMSAN CARLOS DE BARILOCHE, ARGENTINA

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maraton 2/3
22 DE AGOSTO, 2019
JUEVES, 16 PM
SAN CARLOS DE BARILOCHE, ARGENTINA

Mientras Gine preparaba el mate, yo estaba sentada en uno de los sillones de exteriores que tenía el restaurante al que habíamos ido, justo encima del Cerro.

Lando a mi lado agarraba mi mano, Arthur en mi otro costado se apoyaba en mi hombro con la intención de dormirse. Pierre miraba el cielo, acomodando sus gafas de vez en cuando y Cami hablaba con Charles.

Solté una risa cuando ví que Lando le empujaba la cabeza al menor de los Leclerc, haciéndo que se apoye en la columna de madera que estaba a su otro costado y liberara mi hombro.

—¿Ya empezas a pelear?— le susurro, mirando a mi novio que acercaba y alejaba su rostro del mío en una especie de juego.

—Mucha confianza, Arthur.— le dice el chico a mi lado al rubio, haciendo que él levante su mano y con esta su dedo del medio.

Sólo ví como Lando pasaba sus manos alrededor de mi cuerpo, abrazándome para poner su cabeza en mi hombro y probablemente seguir peleando con el hermano de Charles.

Luego de un par de minutos, mi mirada se fue directa a la cara de mi novio. Sus ojos estaban cubiertos por unas gafas de sol, sus mejillas y su nariz estaban coloradas mientras sus labios dejaban besos en mi mejilla de vez en cuando.

—Es un lindo día.— me dice él, llevando su mirada al cielo.

Imité su acción, viendo como la cantidad de gente se había disipado con las horas y ahora solo eramos nosotros más un par de personas alejadas.

—Hermoso.— digo yo, bajando mi mirada hasta su pierna.

—¿Cómo vas con eso?— le pregunto, poniendo una de mis manos sobre su muslo y ganándome su completa atención sin siquiera pedirlo.

—Mejor. Ya no duele y el no tener la bota es un alivio.— dijo él, con una leve sonrisita.
Mis labios solo hicieron un leve puchero ante él y me dediqué a dejar un fuerte abrazo, haciéndo que él vuelva a cubrirme con sus brazos.

—Me alegra mucho que vayas mejor. Capaz te deje jugar al golf.— digo, en broma mientras él suelta una risa.

—Yo primero.— dice Pierre, captando nuestra atención al ver como nuestro amigo tomaba el mate entre sus manos con un poco de duda.

Pierre dío un trago, saboreandolo con una mueca que estaba entre lo bueno y lo malo.
Lan me soltó, dejando mi mano en su muslo y su mano encima de la mia, acariciándola por encima de los guantes que cubrían nuestros dedos.

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