Damas y caballeros, sean invitados a encender sus motores. Pues tendremos a Michael Schumacher nuevamente en la Fórmula 1. Schumacher Racing se sumará este año, conformando así, uno de los ahora once equipos que competiran para el gran campeonato mu...
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ENERO 15, 2020
MONTE-CARLO, MÓNACO
Era uno de esos típicos días tristes, donde solo queres estar en la cama, sin que nadie te moleste.
Lando había tenido que viajar de urgencia a Woking y eso ya me hacía sentirme sola. Pero no era solo eso.
Charles no me había contestado los mensajes en todo el día, nadie me habló por el grupo, ni Pierre, que lo primero que hace al levantarse es mandarme una foto del cielo para decirme los buenos días. Mamá estaba en Alemania con Tina. Caro con Lance en un crucero y Micki de vacaciones con su padre... todo se había conformado en que iba a ser el peor cumpleaños que haya tenido.
No sé por que siempre me dío miedo la soledad. El miedo a quedarme sola nunca se fué, pero cambió cuando Lando llegó a mi vida. Allí fue cuando supe que nunca más tendría que estar sola, supe que era imposible que nos soltemos el uno del otro.
Me levanté de la cama, viendo como Rio corría directamente al patio y no tuve otra opción que abrir esa gigante puerta por mi misma para que él salga. Hacía frío, y eso hizo que mi piel se erizara al tener contacto con el aire del ambiente, sin embargo, despúes de dejar la puerta entre abierta volví a sumergirme en mi estado deplorable de soledad, donde solo me quedaba mirar the office o modern family por quinta vez en lo que iban las vacaciones.
La tarde cayó, luego la noche. Y seguía estando sola. Tenía ganas de llamar a alguien, a quien sea; pero nunca fuí de esas personas que son impulsivas. Lo pensé y tardé demasiado que ya para la noche no tenía absolutamente ningún plan armado.
Me fuí a dormir temprano, con Rio a un lado de la cama mientras mi celular marcaban las once de la noche con dieciséis minutos.
No pude más con el silencio y solo puse música. No estaba acostumbrada a estar sola. Especialmente cuando me la pasé la mayor parte de mi vida con esas mujeres sosteniendome de cada uno de mis brazos. No sabía estar sola.
Pero supe que ya estaba lo suficientemente grande como para sobrevivir un día en soledad sin deprimirme... sin embargo quise llorar cuando se hicieron las doce en punto, acá en Mónaco. Por que no solo era un día al azar. Era mi cumpleaños.
Y esperé un par de segundos pero no pude escuchar ninguna llamada, miré mi celular por milésima vez en el día y noté algo que no había notado antes.
No había internet. Y las palabras 'sin SIM' aparecían a un costado izquierdo, haciéndome dudar miles de veces en si era lo suficientemente tonta como para no haberlo notado a pesar de haber estado todo el día con el celular.
