La mañana siguiente es la primera en mucho tiempo en la que estoy feliz, está él, durmiendo a mi lado, me permito observarle unos segundos en completo silencio, empieza a amanecer y los primeros rayos de sol se cuelan por la ventana iluminando su piel, observo su respiración relajada y suave, observo sus labios y aunque intento contenerme no puedo evitar darle un beso suave y delicado, miro sus ojos a ver si siguen cerrados y efectivamente lo están. Tengo el móvil en mi mesita así que me apetece inmortalizar este recuerdo con una foto y nada más sacársela él sonríe aún con los ojos cerrados.
- Buenos días, ¿me das otro? – me dice aún con los ojos cerrados.
- ¿Estabas despierto? – me avergüenzo por haberle sacado una foto.
- Ven aquí. – me coge de la cintura y me aprieta hacía él mientras me da un beso intenso.
- Espera. ¿Qué hora es? – digo en voz alta.
Miro el reloj de mi móvil y son las 7:00h.
- Son las 7:00h. Toni tienes que irte, mi padre debe de estar esperándote.
- Lo dudo. – dice muy tranquilo.
- Hablo enserio. – le replico.
- Y yo también, es sábado y los fines de semana no trabajo.
Suspiro aliviada y la tranquilidad vuelve a mi.
- Buenos días, Gala. – me dice Rori a través de mi puerta.
El momento de tranquilidad se esfuma.
- Hola Rori, buenos días...
- Y tan buenos... – dice Toni riendo.
Le tapo la boca con mi mano y el sonríe.
- Enseguida bajo. – le digo a Rori.
- Ya se ha ido. – balbucea Toni mientras mantengo mi mano ahí.
- Estás loco, puede oírte.– regaño a Toni.
- Anoche no pensabas lo mismo. – bromea.
Me pongo colorada en cuestión de segundos.
- Está bien ya me voy. – me da un beso en la frente.
Baja por la ventana de mi habitación nada más vestirse y lo único que me queda por hacer es rezar para que nadie lo vea y por nadie me refiero a los jardineros y al personal.
- ¿Gala bajas a desayunar? – me pregunta Dani.
- Sí, voy contigo.
Desayunamos los tres con mamá, papá no está y al parecer soy la única que nota su ausencia.
- ¿Y papá no desayuna? – pregunto en voz alta.
- Lleva meses que no desayuna con nosotros, tiene mucho trabajo. – contesta mamá.
- Sí, tampoco suele comer con nosotros y muchas noches llega tarde ya sabes como es, su vida es el trabajo.
- Dani, no hables así de tu padre, hace lo necesario para mantener a flote a esta familia, al igual que yo. Des de que la abuela...
- Está bueno el pastel... ¿de qué es Aurora? – interrumpe Martín.
La tensión se nota en el ambiente y es evidente que Martín al igual que yo no está preparado para asumir que la abuela no está con nosotros ya. Mi madre mira a Rori dándole paso a que conteste a mi hermano.
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Hasta que me quieras
Novela JuvenilGala siempre ha tenido las cosas muy claras pero una serie de acontecimientos inesperados le dará mucho que pensar. ¿Quién es? ¿Por qué a ella? ¿Qué quiere? Cuantos de nosotros vivimos en nuestra zona de comfort y nos da miedo salir de ella, pero d...