Hasta que me quieras

Capítulo 43 - Una oportunidad de oro

Oficialmente llevo una semana con 19 años y permitirme que os haga saber que ha sido increíble, Toni y yo hemos cenado cada noche, ido a la playa, montado en moto y he mejorado mucho mis habilidades... dejémoslo ahí. Sin lugar a duda este promete ser uno de los mejores veranos de mi vida.

Suena el timbre.

-       Voy yo Rori. – le grito.

-       Buenos días. ¿La señorita Gala Ferreiro? – pregunta amablemente un hombre.

-       Sí, soy yo.

-       Estupendo, esto es para usted. – me extiende un sobre cerrado.

-       Gracias, ¿puedo preguntar quien lo envía?

-       Si me disculpa debo irme.

Cierro la puerta y me dirijo al comedor pensando en la misteriosa carta y su entrega especial, por supuesto no tardo más de medio minuto en abrirla, no me gusta no saber las cosas, soy una persona curiosa y como tal siempre tengo que llegar al fondo de la cuestión.

"Querida Gala, nos complace anunciarle que ha sido admitida en la Editorial Vivian para realizar las prácticas este verano, el inicio de estas dará comienzo el día 1 de julio se ruega máxima puntualidad."

Pestañeo varias veces para asegurarme de que no estoy soñando y realmente esto está pasando, el hecho de que Rori haya venido corriendo al escucharme gritar me confirma que no estoy dormida y realmente acaba de ocurrir.

-       ¿Gala ocurre algo? – pregunta asustada.

Le explico la increíble noticia que acabo de recibir y acto seguido llamo a mi madre para explicárselo.

-       Cariño, me alegra mucho la noticia. Pero cuando pensabas decirme que las habías solicitado, si me lo hubieras dicho podría haberte ayudado.

Un momento, ahora que lo pienso yo no envié solicitud, es más cuando Vivian me comentó la oferta me dejó claro que el plazo para solicitarlas había pasado y que lo intentase el verano que viene.

-       Mamá tengo que dejarte hablamos a la noche, un beso. Te quiero.

Subo corriendo a mi habitación y me visto todo lo rápido que puedo.

-       Gracias Alfonso, recógeme en dos horas por favor.

Entro al restaurante y lo veo sentado en la mesa.

-       Hola Gala, he de admitir que tu llamada me ha sorprendido, para bien, claro.

-       Hola Erik, verás no tenía intención de hacerlo no me malinterpretes, pero hay algo que no entiendo. – saco el sobre de mi bolso y lo pongo encima de la mesa.

-       Veo que al final has sido aceptada, me alegro mucho.

-       No te hagas el sorprendido conmigo, se que eres tu quien lo ha hecho.

-       ¿No te alegras de haber sido seleccionada de entre los mejores estudiantes?

-       Es una gran oportunidad, pero de aquí en adelante me gustaría conseguirlas por mi y no por enchufe.

Erik empieza a reírse y eso hace que me enfade aún más.

-       Yo no te he "enchufado", es más, aunque quisiese no podría hacerlo, mi tía no lo permitiría, si bien es cierto que fui yo quien te presentó a mi tía y no precisamente porque lo planease, sino que fue un guiño del destino, de lo cual me alegro, yo no he tenido nada que ver con todo esto. Si has sido aceptada ha sido única y exclusivamente por ti.