🔆Capítulo 38| El Contrato está firmado🔆

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POV CHRISTIAN

Maldecía que Elliot no hubiera podido venir. Ya habíamos firmado el bendito contrato después de que Jack pusiera patas arriba el bufete de sus abogados y éstos se tuvieran que poner a trabajar para enviarle el contrato con las reformas por e-mail.

Estábamos nuevamente en la sala y yo prefería estar solo que hablando con alguien.

—¿Por qué no te relajas un poco? No me acercaré a la chica. —He notado  que eso te tiene preocupado; soy tu padre y te conozco bien, conmigo no te  es posible disimular.

Lo miré fijamente y, aunque pensé en no contestarle, fui incapaz de quedarme callado.

—Anastasia no es Leyla -le advertí-, así que por tu bien espero que no lo hagas.

Se rio sarcásticamente.

—Me estoy muriendo, Christian, ya no soy peligroso, y además -frunció la nariz- creo que no soy su tipo.

—¿Todavía te atreves a burlarte de mí? —No tienes vergüenza.

—Deberías darme las gracias por la chica que te he conseguido; ya me dijo Jack que os conocíais de antes, aunque creo que no me lo contaste precisamente por la desconfianza que me tienes.

—¿Y qué más te dijo? Parece que tú y él lo saben todo.

—Todo, no, pero debo reconocer que fue buena idea poneros a vivir en el mismo edificio. —¿La conociste ahí?

—No te interesa. La fecha de la boda ya está estipulada para dentro de dos semanas, céntrate en eso, en que lograrás la seguridad económica que
tanto anhelas, así que hazme el favor de dejarme en paz.

En ese momento mi madre se nos acercó.

—¿Estás bien, Christian?

Acaricié su espalda y la besé en la sien.

—Estoy bien, mamá; no debes preocuparte.

—Esto no tiene buena pinta y lo sabes. —No es para nada lo que me contaste de esa chica cuando te pregunté si era una obligación para ti.

—Mamá, Anastasia y yo nos conocimos desde hace un mes. Sé que es  poco tiempo; hoy hemos tenido algunas desavenencias, pero lo superaremos.

—Pero ¿qué es eso de la fecundación que has mencionado?

—Es sólo por si nuestra pareja no funciona -contesté, en un intento de
engatusarla.

—No soy tonta, Christian..., que muchas veces no me quiera meter en
asuntos de negocios no implica que no me dé cuenta de las cosas. —Ana
ha dicho que estamos en una posición económica mala. —¿Es eso cierto?

—No es tan así, pero tal vez no estamos en condiciones de desarrollar ese hardware y ese sistema operativo que sacudirán el mercado. —Desde la partida de Ross, las cosas no han ido demasiado bien. —Sin embargo, Grace, no tienes de qué preocuparte.
—Christian y Anastasia han congeniado todo este tiempo y por eso se ha seguido adelante. —¿Qué pasa? ¿Ya te has olvidado de cuando tú y yo nos casamos? —Y hemos sido felices, ¿no es así?

***

Ana se disculpó muy temprano, alegando que estaba cansada, así que
se retiró a su dormitorio. Kate la siguió  y poco después decidí hacer lo mismo, pues realmente no tenía ninguna intención de quedarme ahí
conversando con Steele y mucho menos con mi padre.

Por otra parte, mi madre y Carla parecían estar muy entretenidas, y yo me sentía hastiado de toda esa pantomima absurda. Por ello, también me disculpé y me dirigí hacia mi habitación. Cuando doblé en el pasillo, vi a Kate saliendo por una puerta y a
punto de entrar en otra.

Asistente de Compras - Grey 《Christian y Ana 》Libro1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora