🔆Capítulo 35| Lo arruinaste y me perdiste🔆

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Maratón 3/3✨️

POV CHRISTIAN

⌛️Dos semanas después...

Mi padre estaba tolerando mejor la quimioterapia, y su ánimo había mejorado. Aún era muy pronto para saber los efectos, pero al menos lo estaba intentando. Me sentía feliz por mi madre y por mis hermanos, para ellos era importante que él no bajara los brazos.Las cosas entre nosotros no habían cambiado en absoluto, lo que se había roto no era posible recomponerlo. Las imágenes en mi cerebro de él follándose a mí, en ese momento, prometida no dejaban mi mente  jamás.

Aunque yo ya no estuviera interesado en ella, la traición por parte de él era un monstruo de dos cabezas que se alzaría durante el resto de nuestras vidas entre ambos. Lo único que hacía que nos mantuviésemos en contacto eran los últimos ajustes del contrato matrimonial. De todas formas, aunque en cuanto todo eso empezó lo que más anhelaba era que el día no llegase jamás, en ese momento lo que deseaba era que todo se acabara cuanto antes; sin embargo, aún me restaba lidiar con más de toda esa
mierda.

Mi madre aún no sabía nada de ese asunto, pero pronto estaría al tanto
de todo. Los inminentes acontecimientos quemaban dentro de mí como llagas infectadas, y eso se sumaba al recuerdo de Victoria, que no me dejaba en paz.

—Gracias por acompañarme, no hubiese podido lidiar yo sólo con esto
-le dije a Elliot cuando entramos en el vestíbulo de mi edificio.

—No es nada, hombre, pero no entiendo por qué sigues adelante con
toda esta locura si te ha fastidiado tanto tener que ir a comprar un anillo de compromiso.

—No es fastidio, es desinterés; recuerda que para mí sólo se trata de un negocio. —El caso es que te lo agradezco porque, sin tu ayuda, no me
hubiese podido decidir; sólo se trata de eso.

Avanzamos en silencio, rebasando el mostrador donde estaba el conserje del inmueble, a quien saludé con un movimiento de cabeza.

Exhalé todo el aire de mis pulmones y, aunque no lo iba a admitir, Elliot tenía razón, estaba fastidiado, y muy cabreado con mi destino. La gota que colmó el vaso fue enterarme de que la mujer con la que me tenía que casar se llamaba Anastasia, y ese nombre me recordaba a la persona que necesitaba olvidar. Por supuesto que eso Elliot no lo sabía; no había querido contárselo, ya que no haciéndolo lo ignoraba durante un tiempo más.

Cuando mi padre me envió el contrato con las pretensiones de la otra parte interesada en esa transacción comercial y vi que la mujer a la que tenía que unirme se llamaba Anastasia Steele, no pude creer mi maldita suerte.

—No espero que lo admitas- intervino Elliot, sacándome de mi introspección-, —sé que últimamente te has vuelto más terco que una mula. —Sólo te digo una cosa: comprar un anillo es la punta del iceberg, y lo que
te espera será mucho peor.

Íbamos camino a los ascensores privados, para subir a mi ático, cuando la puerta del contiguo al mío se abrió. Retrocedí y su mirada me dejó inmóvil, y pude advertir la sorpresa en su rostro, pues no pudo enmascarar que no entraba en sus planes encontrarme allí.

De inmediato advertí que no estaba sola, y que el tipo que la acompañaba era el mismo con el que se había ido del bar de karaoke; sin embargo, éste parecía estar muy ensimismado en su teléfono y no nos estaba prestando atención.

De inmediato advertí que no estaba sola, y que el tipo que la acompañaba era el mismo con el que se había ido del bar de karaoke; sin embargo, éste parecía estar muy ensimismado en su teléfono y no nos estaba prestando atención

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Asistente de Compras - Grey 《Christian y Ana 》Libro1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora