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- capitulo 8 -

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{ Narradora }

Era una mañana Tranquila en las calles de aquella ciudad , pero sobre todo en el centro de esta , la gente estaba ahí para pasear ya que era sábado y casi todos tenían día libre.

- xiao ya me siento mejor , podemos volver a casa - decía aether entre risas mientras tomaba la mano de su novio.

Ambos estaban ahí para pasear y ver las tiendas que habían en el centro , también para pasar el día juntos , ya que xiao había cancelado todo lo que tenía en esos días para pasar más tiempo con su amado rubio.
Desde lo ocurrido ese día , no quería dejarlo solo en ningun momento.

apenas se separaba de el , lo atendía mucho , lo mimaba también , le daba todo lo que quería y más , sin embargo cuando recibía una llamada tenía miedo que fuera aquella joven española o peor sus padres , tenía miedo que lo volvieran a molestar y quería estar pendiente a él se se volvia a desmoronar o atraparlos en el acto.

No dejaría que hicieran llorar a aether de nuevo

- no mi amor , vamos a pasar el día justos y será inolvidable - le respondió con una pequeña sonrisa en sus labios.

Aether noto su sonrisa y se sintió más feliz , el amaba su sonrisa pero sabía porque hacía todo esto , sin embargo lo dejaría ser , ya que amaba que su novio lo consintiera tanto.

- está bien mi rey - comento con dulzura aether.

una atmósfera era agradable en ese momento , además nadie los molestaría ya que iban bien cubiertos por lentes , gorras y cubrebocas , nadie los reconocía pero si los miraban , algunos con amabilidad , otros con asco o simplemente los ignoraban.

El rubio notaba todo esto , pero le daba lo mismo , el estaba acostumbrado a todo esto , sobre todo a las muestras de asco o que digan que la gente de su preferencia no existiera , pero trataba de no darle mucho importancia aunque desearía actuar así con respecto a sus suegros , pero no era momento de pensar en ello.

- ¿Podemos ir comer algo? - pregunto con una sonrisa que no se veía pero que el pelinegro se imaginaba y era hermosa.

- todo sea por mi chico - respondió con suavidad xiao.

Enserio estos dos jotos daban sobredosis de azúcar con solo escucharlos hablar

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- ah!! Estoy aburrida!! - se escuchaba quejarse a una castaña de mechones lilas tirada en el sillón de la sala del departamento del rubio y el pelinegro.

dos jotos, un amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora