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- capitulo 14 -

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{ Narradora }

- soy un pendejo, no debí haberle gritado de esa forma, el no tenía la culpa de nada - habla en tono alto sintiendo se culpable y desesperación en su mayoria.

Hace horas no sabía nada de aether y ya eran las cinco de la mañana, no había pegado un ojo en toda la noche por la preocupación de no saber dónde estaba su novio, ya había llamado hace horas a la hermana y amigo peliazul de este y los cuales su rubio le había dicho antes de irse que se reuniría pero ambos le dieron la misma respuesta, que aether lo había cancelado.

Esa respuesta
dejo más preocupado
a xiao.

- xiao cálmate, verte caminar de un lado a otro me está desesperado - dijo ninguang viendo como el otro caminaba de aquí para allá - seguro que aether está bien, talvez pensó en que necesitas un tiempo solo y decidio quedarse en un hotel o con su prima o algun amigo que no conoces - volvió a hablar la albina con calma en su tono de voz y tratando de tranquilizar a su acompañante.

El pelinegro no tenía a otra persona para llamar a altas horas de la madrugada o durante toda la noche, su jefe estaría roncando como morsa y si lo osaba despertar se enojaría tanto que podría sentir un meteorito caer sobre el, así que el castaño era una pésima opción.

Tampoco a sus compañeras, sabía que si las despertaba iban a querer su cabeza, pensó en su madrina pero había dicho que se la pasaría con su amiga yelan en el casino de nombre "reina de corazones" apostando y perdiendo dinero en la máquina  tragamonedas, así que ella tampoco era una opción.

Hasta que recordo a la persona más responsable que conocía y la cual estaría despierta a esas horas organizando las agendas de mas de uno en la empresa, ser asistente de uno de los jefes más famosos de la ciudad tenía sus pros y contras pero le agradaba su trabajo después de todo.

Lo que no le agradaba era tener que aguantar a un joto con complejo de reina de drama y a un jefe que pedía a la mitad de la noche comida para su hurón mascota. Ninguang tenía una paciencia de dioses que pocos podían poseer.

- perdón pero es que aether no atiende mis llamadas tampoco y ya llame a casi todos los que conocía - respondió casi fuera de si.

además de kaeya y lumine, había llamado a casi todos los que conocían a ambos y los cercanos a aether, hasta hablo con el tartaglia con suma calma y eso parecía imposible si lo vemos dejando de lado la desapareción del rubio e incluso había llamado Miles de veces al teléfono de aether pero nada, daban al buzón de voz o que estaba fuera de servicio.

si bien también no era la primera vez que peleaban de esa manera, el rubio siempre volvía, ya sea porque se le olvidó por el motivo de que habían peleado o simplemente pedía perdón por haber alzado la voz de esa manera y a ver peleado y todo se solucionaba con un beso y mucho amor.

dos jotos, un amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora