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- Capitulo 23 -

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{ Narradora }

- aether, ¿estas bien?, Pareces muerto. . . - preguntaba heizou en un tono de preocupación mirando a su amigo.

Ambos se encontraban en el camerino del rubio, el estaba en ese lugar como un acompañante de apoyo moral, debido a que el rubio había hechado a patadas a kaeya, después de reprocharle haberlo dejado a su suerte ebrio, estaba molesto con el, y no quería verlo, a menos que le traiga algo para calmar su ira en contra del peliazul, aunque tambien el dinero que desde la temporada pasada podria servir, pero como siempre kaeya estando endeudado hasta que con la vecina chismosa de su edificio.

sin embargo dejando los problemas financieros de kaeya, aether estaba desmotivado por todo lo que habia pasado hace 48 horas atras, es decir lo que habia pasado con xiao y su reencuentro sin olvidar que aun le dolia algo la cabeza por todo lo que habia tomado que habia sido mucho, pero regresando al tema de xiao y aether, heizou conocia que su amigo estaba mal por ello, ya que habia escuchado todo puesto a que aether habia llegando a la casa de su hermana mojado, ya que habia estado lluviendo ultimamente y puede que esto le haya causado un poco su malestar tambien.

el pelirojo se habia quedado en la casa de la gemela de aether porque le daba mucha flojera volver a su hogar, a parte de que era una buena escusa para retrasar un poco el escribir un manuscrito que tenia pendiente y asi descansar, ya que si pasaba un segundo mas quemando su cabeza en crear un romance entre dos chicos y el mientras sentirse un espectador jamas un protagonista de algo asi, iba a matarlo, por eso se quedo en la casa de lumine jugando poker mientras apostaban, claramente iba ganando el, y la rubia casi enpeñando hasta su riñon con total de ganarle al contrario.

aunque no llegaron a mucho ya que aether aparecio mojado llorando y queriendo un abrazo, ambos lo consolaron y escucharon todo lo que les dijo, entendian todo pero aun asi querian animar a el rubio, sin embargo no habia forma de hacer esto, aether estaba peor que antes, en parte la charla que tuvo con xiao lo ayudo a estar en paz, ya que sabe que el pelinegro no le tiene algun tipo de ''odio'' por haberlo dejado sin ninguna explicacion sobre toda la situacion y que ahora sabe toda la verdad, pero por otro lado el sabia toda la verdad precisamente y a pesar de ello, queria volver con el, pero no podia aceptar eso.

aun si queria con todo su corazon volver con xiao, no podia, puesto a que pensaba que la carrera del pelinegro podria seguir en peligro aun si el ya no estaba con el. sabia que si volvi podria empeorar, odiaba tener ese miedo y que eso impidiera el estar con el hombre que amaba pero seguia firme que era lo correcto, ya le habia dejado en claro que si algo llegaba a dañar a xiao por el, jamas podria perdonarse, a veces sentia que tendria que dejar aquello amas para que sea feliz y si ese era el caso, entonces lo haria.

aunque tenia otro problema, con todo esto del proyecto de genshin y ya casi llegando al arco de liyue, se sentia nervioso, sabia que en cualquier momento sus personajes tendria que dialogar y no podia seguir evitandolo, no era correcto luego de hablar, diluc tenia razon cuando volvio a hablar con el, claramente regañandolo otra vez, no podia dejar que su vida laboral se mezclara con su vida personal, a veces debia dejarlo de lado para mostrar profesionalismo ante las camaras y no dejar en parte mal parada a la empresa a la cual pertenecia y le daba toda la razon.

aun estaba claro que no era del todo su culpa pertenecer al mundo del entrenemiento si no fuera que kaeya abrio la boca en la anterior temporada y lo metio de lleno a todo, el acepto a pesar de todo para seguir la corriente de todo, ya sea porque pagaban mejor que en la carrera que habia elegido en primer lugar ademas la regañada que recibio del pelirojo fue lo mas divertido que habia visto, parecia que lo iba a colgar de algun lado, aunque diluc y por poco casi lo ata sobre la parte delantera de una de las limocinas que pertenecia a la empresa y daba cien vueltas al rededor de la calle de esta pero jean junto a amber pudieron detenerlo, para suerte del peliazul.

dos jotos, un amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora