Capítulo veinte: Ojalá hubiera otro latido

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La clave está en mirar al ser que amas, pero decirle adiós sería una de las peores experiencias que viviría en mis últimos días de vida. Porque soy tan tonta, que al paso de los días, horas y minutos me iba enamorando aún más de él. Este corazón que está para la basura, latía por él y su último latido, también llevaría su nombre grabado a fuego. Él me cogió de la mano, me envolvió entre sus brazos y tomó mi corazón, un corazón que no tenía nada que aportarle y lo lleno de rosas azules para adornarlo y mimarlo, pero la vida tiene otros planes para mí. La vida tiene planes distintos para ambos. Yo giraría a la derecha y al izquierda, pero la Tierra es redonda.

Amor de contrato #1 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora