6_Dolor

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Samuel estaba solo en su apartamento. Miraba televisión mientras bebía una cerveza. Pensaba que era hora de mudarse, de conseguir otro lugar para vivir. Ese lugar ya no le significaba alegría como fue antes. Hace un año y medio que ese lugar ya no lo hacía feliz. Samuel pensaba que tenía una faceta masoquista porque si fuese más normal se hubiera ido hace tiempo. Es cierto que había recuerdos felices allí pero el motivo por el cual llegaron a su final lo destrozaba.

Ya era hora de cenar. Pensó en hacer macarrones pero este plato le ocasionaba mucho dolor así que decidió pedir una pizza. Fue una costumbre que adquirió desde que conoció a Carla. Samuel desde niño aprendió a cocinar pero desde que se mudó con Carla comenzó a pedir comida con mayor frecuencia dado que él no deseaba cocinar todos los días y Carla era una pésima cocinera.

Y aunque Carla ya no estaba la costumbre de pedir comida se le había aferrado. Después de llamar pidiendo la pizza pasaron 5 minutos y su timbre sonó. Le sorprendió que la comida llegara tan rápido. Cuando abrió la puerta tardo unos instantes en percatarse que quien estaba frente a él no traía una pizza sino que le traía malos recuerdos. Su esposa Carla Rosón Caleruega estaba frente a él.

-¿Qué mierda haces aquí?-preguntó el castaño de mala gana.


Se habían conocido hace 8 años en la universidad. Ambos con 18 años eran incipientes estudiantes de abogacía.

Carla era hija de un reconocido abogado. Teodoro Rosón era admirado y temido en el ámbito de los litigios. Su bufete de abogados era uno de los 5 más grandes y exitosos de Madrid. Carla creció viendo a su padre moverse como pez en el agua en el ámbito de las leyes y su admiración por él le dio la vocación por la ley. Cuando finalizó la secundaria le dijo a su padre que quería ser abogada como él y eso llenó de orgullo a Teodoro. Como su situación económica era muy buena le pagó la colegiatura de su hija en la más cara universidad privada de Madrid.

Samuel era un humilde muchacho de barrio que por sus excelentes calificaciones había conseguido una beca en la misma universidad. No tenía una tradición de abogados en su casa. Era el primer universitario de toda su familia. Samuel la tenía más difícil porque al ser un becado no contaba con los contactos como para avanzar rápido en su carrera.

Los nuevos universitarios comenzaron sus clases y de a poco comenzaron a resaltar algunos estudiantes sobre otros. Carla era muy superior a los demás pero eso no sorprendía a nadie dado que por venir una prestigiosa familia de abogados todos esperaban grandes logros de ella. El que si sorprendió fue Samuel ya que ese tímido becado al principio no llamó la atención pero con el correr de los días se volvió evidente que ese muchacho tenía un futuro brillante como abogado. Inevitablemente entre los dos estudiantes estrella comenzó una rivalidad. La realidad es que esa rivalidad era más bien alimentada por el entorno pero entre ellos nunca hubo ningún tipo de animosidad. Cuando les tocó hacer unos trabajos juntos el fuego entre ellos era evidente. Existía una atracción innegable entre ambos. Y si bien por unos meses mantuvieron su relación como algo secreto y sólo de índole sexual, fue inevitable que terminaran oficialmente como novios unos meses antes de finalizar su primer año en la universidad. La verdad detrás de la repentina relación es que Carla era muy orgullosa y deseaba que sea Samuel quien le pidiera a ella que fueran novios. Samuel también quería lo mismo pero sabía que Carla tenía una faceta vanidosa y caprichosa que la hacía obtener fácilmente todo lo que quería así que decidió no ceder tan rápido para no sentar precedente que él estaría a sus pies. La estrategia de Samuel resultó y cuando otra compañera de ellos llamada Marina invitó a salir al castaño Carla no lo toleró y le dijo a Samuel que quería ser su novia de manera oficial y publica. Y así comenzó su relación. Con el correr de los años todos veían a Carla y Samuel como una perfecta pareja con un futuro brillante. Al principio Samuel no cayó bien a los padres de ella porque esperaban que su hija se fijara en alguien de más alcurnia. Pero el carisma de Samuel y el hecho que fuera un estudiante brillante hicieron que con el tiempo se ganara el respeto y cariño de sus suegros. Ella le cayó bien a la familia de él desde un principio.

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