El restorán de Yeray era el sitio para comer más exclusivo de Madrid. Conseguir una reservación era algo casi imposible. No importaba quien eras, no era fácil llegar allí. Yeray estaba orgulloso del prestigio de su negocio. Políticos, celebridades, deportistas de elite, empresarios. Todos buscaban un lugar allí, aunque sea una sola vez. Pero pocos lo lograban, muy pocos.
Pero Samuel García Domínguez, Carla Rosón Caleruega y sus amigos no eran limitados por estas cosas. Cuando Samuel y su grupo llegaron al restorán de Yeray, sin reservación previa, pidiendo una mesa para once personas, Yeray ordenó que quitaran a las personas que estaban en las mesas mejor ubicadas para que este grupo pudiera sentarse. Ellos no eran cualesquiera y Yeray lo sabía. Le convenía saberlo.
-Señor García, señorita Rosón-dijo el empresario gastronómico-me alegro tanto de verlos. Las puertas de mi negocio siempre están abiertas para ustedes y sus amigos.
-Gracias Yeray-dijo Carla sin prestarle mucha atención.
Los once comensales se sentaron con Samuel a la cabeza y Carla a su derecha. La charla comenzó trivial, incluso amena. No era para menos, la mayoría de ellos se conocía desde niños. Pero, aunque fueran amigos, tenían un negocio que sostener.
-Bien, comencemos-dijo Samuel y todos guardaron silencio-antes de comenzar a solucionar asuntos específicos de cada negocio, Carla nos tiene una información para nosotros.
Todos prestaron atención a la segunda al mando.
-Los Blanco han vuelto a España-dijo la rubia y el malestar se extendió por toda la mesa.
-Imagino que no vienen en son de paz-dijo Lu.
-Es lo que Samuel y yo creemos-dijo Carla-pero aún no han hecho ningún movimiento que demuestre hostilidad hacia nosotros.
-¿Crees que se meterán en nuestros negocios?-preguntó Guzmán con su esposa Nadia a su lado.
-Es posible-dijo Samuel-por eso cada uno deberá estar más atento que nunca.
-No pueden iniciar una guerra como si nada-dijo Polo-saben que en España somos demasiado poderosos.
-Quizás sus deseos de venganza sean más fuertes que su raciocinio-dijo Carla.
-Cuando se fueron de España a Inglaterra debieron comenzar de cero-dijo Ander-no pudieron armar una estructura para confrontar con nosotros.
-Pueden intentar destruir lo que tenemos para reconstruirlo como suyo-dijo Valerio.
-Es lo más probable-dijo Samuel un tanto taciturno.
-Necesitarán soldados-dijo Guzmán-saben que nosotros tenemos nuestro propio ejército.
-Por eso cumplirás un rol fundamental en esto, Rebe-le dijo Carla a la ojiazul-debes monitorear si hay reclutamiento de hombres y mujeres por Madrid. Ellos no tienen nada en España, por lo que no les queda más que pelear por quedarse con lo nuestro y necesitarán gente. Tu dominio de las calles será fundamental para nosotros.
-¿Podemos planear una guerra y a la vez comer?-dijo Cayetana-me muero de hambre.
Todos rieron y Polo le dio un tierno beso a su esposa.
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La Familia había comenzado a formarse muchísimos años atrás. Tres amigos provenientes de los barrios bajos de Madrid querían comerse el mundo. Ellos eran Ignacio García, Teodoro Rosón y Benjamín Blanco. Todos ellos de origen humilde sabían que jamás progresarían en este mundo según las reglas que otros les imponían, ellos debían hacer sus propias reglas. Poco a poco, los tres amigos fueron forjando su imperio delictivo que comenzó con simples atracos hasta ir ascendiendo.
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Multiverso Carmuel
FanfictionEn distintas realidades una misma historia de amor se repite.