19_Desahogo

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La cita había sido un éxito. Polo no podía definirla de otra manera. Sobre todo, para él que siempre fue tan tímido. Pero, sorprendentemente, Cayetana había aceptado salir con él. Y la cita fue un éxito porque al final de ella Polo y Cayetana se besaron. Fue un beso sencillo, tímido y tierno, pero solamente tienen 12 años y era la primera cita de ambos, así que Polo podía considerarse satisfecho. Siendo el más tímido de su grupo de amigos, había llegado más lejos que Christian o que Ander.

Había invitado a Cayetana a una segunda cita y ella había aceptado. Sería algo sencillo, un paseo por el parque, quizás tomar un helado y, aunque Polo no lo diría en voz alta, intentar repetir el beso. Lo mejor es que parecía que a ella también le gustaba porque le respondió el beso y aceptó una nueva cita.

Polo había llegado un poco temprano así que decidió esperar a que su cita llegara. Se sentó en una banca que le daba vista a un hermoso lago. A su lado había un hombre, pero Polo no le prestaba mucha atención.

Escuchó un gruñido de ese hombre y lo miró. Era joven, de unos 25 años aproximadamente. Estaba sentado con las piernas extendidas y los brazos cruzados fuertemente sobre su pecho. Su expresión era dura pero chistosa. Le recordaba a Polo cuando él era más pequeño y hacía un berrinche.

-¿Estás bien?-preguntó Polo tímidamente.

El joven miró al niño y se puso a hablar.

-Hola-dijo el hombre-me llamo Samuel.

-Hola, yo soy Polo.

-Eres joven, Polo-dijo Samuel-te daré un consejo útil para el resto de tu vida: nunca te cases.

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-Eres joven Cayetana-dijo Carla molesta-pero aprende esto para el resto de tu vida: nunca te cases.

La niña de 12 años miraba a esa mujer que acababa de conocer y se sintió un tanto extraña, hasta incomoda.

Había llegado muy temprano a su cita con Polo así que para distraerse mientras esperaba decidió caminar por el parque hasta la hora acordada. Encontró a una mujer muy bonita que parecía estar muy enojada sentada en una de las bancas.

-¿Se encuentra bien, señora?-dijo la muchacha con la mejor intención del mundo. Gran error.

Ahora estaba escuchando desde hace un rato a Carla a quien hace minutos conocía quejarse de su esposo y de lo imposible que era la convivencia con él. Ahora ambas caminaban juntas mientras Carla despotricaba contra su esposo del que Cayetana nada sabía. Ella solo iba a una segunda cita con el chico de su clase y ahora era la terapista de una rubia desconocida.

-...por eso, Samuel es irracional y está equivocado-finalizó Carla.

-En realidad no conozco a Samuel...-dijo Cayetana en voz baja.

-Decirme a mí que soy fría y desconsiderada-dijo Carla riendo con rencor- ¡a mí! ¿Sabes cuantas películas de acción tontas y aburridas tuve que ver?

-Yo creo que...-comenzó a decir Carla.

- ¿Has visto "Rápido y furioso"?-dijo Carla con desprecio-es la película más estúpida que he visto. Y la vi solo porque él quería verla. Y créeme que, si alguien ve "Rápido y furioso" por ti, tiene que estar enamorada.

-No vi esa película...-dijo Cayetana nerviosa.

- ¿Y el futbol? -dijo Carla sin prestarle atención a cualquier cosa que Cayetana intentara decir-son personas corriendo detrás de una pelota. No están declarando la paz entre Israel y Palestina. No es tan importante.

-Bueno, quizás...-dijo Cayetana.

-Y aun así yo soy la fría y desconsiderada-dijo Carla indignada.

Siguieron caminando mientras Cayetana rezaba para que Polo no tardara mucho en llegar.

Multiverso CarmuelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora