TOY [BTS] +18

09

—Es broma ¿cómo olvidar toda la mierda que pasé en mi niñez? —le prestan atención a la pelirroja, quedando confundidos por su repentino comentario.

—Entonces está bien. Hubiera sido una tragedia si perdía la memoria, pero no aceptamos ese tipo de bromas, señorita Lim.

—Lo sé, lo siento, doctor Wan —se ríe con pena por la pequeña y ligera broma.

No muy bien tomados por sus amigos y hermana.

—Sunnie —la mayor llega hasta ella y la abraza como puede, sin hacerle daño— ¿Qué sucedió? ¿Quién te hizo todo esto?

—No es bueno que hablen de eso ahora —el doctor interrumpe— Ella por ahora está delicada y debemos darle dosis cada dos horas para que su cerebro esté estable. Por ahora sólo puede descansar y mañana pueden llegar de visita.

—¿Y el cuidado? ¿No puedo quedarme para cuidarla?

—Hay enfermeras que se encargarán de ella toda la noche, y repito, puede venir mañana a la hora de visita para estar con su hermana.

—Unnie, no te preocupes, estaré bien.

—Eso dijiste antes de salir de casa y mira como estás —se miran, frunciendo el ceño.

—Eso es distinto. Pero debes cuidar también de Misuk —mira al hijo de su hermana dormido en los brazos de Jimin, ninguno de los chicos han dicho palabra alguna.

—Es mejor que la dejen descansar, es algo tarde y su cuerpo está agotado. Enfermera, ayude a la señorita Lim a llegar a la cama, yo acompañaré a estos jóvenes a la salida.

—Por ahora estaré bien, conduce con cuidado unnie —Sull mira a su menor, quien sigue sentada, aquella posición le recuerda la vez que la internaron y casi pierde la vida.

Y como si de un deja vú tratase, la imagen de una pequeña niña se le hace presente al ver a su hermana, la misma niña es ella solo que más pequeña, miraba con tranquilidad a su hermana que nunca creía que casi moría en el proceso. La misma mirada, la misma sonrisa.

No se había dado cuenta del momento en la que empezó a llorar, simplemente lo hizo.

—No quiero perderte. No otra vez —abraza a su menor con temor.

Como si fuera la última vez que la vería.

—Sé lo que pensaste, pero no volverá a pasar. Ahora soy más fuerte que la última vez —se separan y se miran unos segundos antes de retirarse.

Y ya cuando la habitación solo se encuentra la pelirroja y la enfermera, es acostada en la cama pequeña del cuarto. La enfermera le inyecta la dosis en la vena de su mano y se retira, para segundos después escuchar que alguien entra, se acerca a una silla cerca de la pelirroja y se sienta alado de la cama viéndola descansar.

—Sé que estás aquí —abre los ojos y ve a Hoseok alado de ella.

—Me escabullí como pude. Solo quería hablar contigo —su sonrisa contagia a ella y se miran un rato.

Jung acaricia el rostro de la chica con su mano, delineado sus labios con su pulgar.

—Si quieres hablar de lo que sucedió puedes confiar en mí, tal como antes, Sunnie —ambos pares de ojos brillan en la oscura habitación.

Solo entre ellos hay secretos que prometieron llevarlo hasta la tumba.

[...]

Entre las enfermeras murmuraban varias cosas. Murmuros y murmuros entre cada pasillo.

Y el tema era Sun.