21

30 4 0
                                    

S U N

El día siguiente de la fiesta, en la mañana, me despierto por un fuerte sonido que proviene de abajo. Y es ahora que estoy despierta que me doy cuenta que estoy en mi habitación y no en la de mi hermana, en donde me había quedado dormida.
Me pongo mi calzado y voy directo a las escaleras para investigar qué fue a qué ruido qué se escuchó hace unos segundos, y no fue hasta que llegué a la sala que me di cuenta de él. Jason.

—¿Me extrañaste? —tiene sangre en la mayoría de su cara y un cuchillo en su mano, para ser sincera tengo demasiado miedo— Tu expresión me dice que no —hace un leve puchero pero vuelve a sonreír, él se da cuenta que no dejo de mirar el cuchillo que trae en su mano izquierda— ¿Te gusta? Sé que si, me hablaste de lo mucho que te gustan las armas blancas —juega con el cuchillo y se acerca más a mi, sigo en shock por lo que no puedo reaccionar— Lo he usado muy bien, mi querida Sunnie.

Se aparta de mi y me señala algo, en el suelo. No entiendo lo que quiere decir y me vuelve a hablar.

—Echa un vistazo.

No quiero hacerlo, pero mi cuerpo reacciona solo y empieza a caminar hasta empezar a ver un cuerpo, un cuerpo femenino, y cuando reconozco dicho cuerpo me pongo débil, las piernas me empiezan a temblar y puedo jurar que hasta me puse pálida.

—Tu hermana te impedía hacer muchas cosas, Sun, así que me encargué de deshacerme de ella, un estorbo menos para ti, solo me faltan ocho.

Lo miré al ver que del suelo levanta algo y se me sale una lagrima al ver a mi sobrino en sus asquerosos brazos, está llorando.

—Quería empezar con tus siete molestos amigos, pero mejor empecé con el platillo fuerte —con el cuchillo empieza a rozar la mejilla de Sukie hasta hacerle una cortada, haciendo que llore más.

Mi cuerpo no coopera a mi favor, no logro moverme, apenas y puedo mover los ojos ¿qué es lo que me pasa? Siento las lágrimas caer en mis mejillas, lloro en silencio y solo observo como mi bebé es torturado por ese maldito infeliz.

—Adiós, bebé, despídete por última vez de tu tía.

Y  justo cuando iba a pasar lo peor, me sobresalto y me levanto de la cama, está todo oscuro. Confundida, miro a todos lados y veo a mi hermana alado de mi, con los ojos cerrados, a su lado está Sukie quien duerme plácidamente como su mamá. Veo la hora en el reloj, faltan dos minutos para que sean las cinco. Siendo de madrugada, me levanto y voy a la planta baja, yendo directamente a la cocina por algo de agua para tomar una pastilla para el dolor de cabeza que me está martillando. No es hasta que agarro el vaso que me doy cuenta de lo temblorosa que estoy, apenas y puedo agarrar el vaso sin que se me caiga, por lo que opto pasar la pastilla sin una sola gota de agua.

El sueño se me ha ido, no logro que me dé sueño por más que quiera, por lo que dejo de intentar dormir antes que me dé una migraña intensa.
Empiezo a picar frutas, los corto lentamente mientras escucho algo de música, eso me relaja y el temblor se me va disminuyendo poco a poco, pero sigo temblando aunque sea muy poco. Empiezo a cocinar, no soy tan buena pero mi ex compañera de piso me enseñó mientras estuvimos viviendo juntas en LA, por lo que hago una gran variedad y sin darme cuenta el cielo se va aclarando hasta que suena mi alarma de las siete y media.

Tomo mi celular y leo los mensajes, tengo varios de Jungkook, algo que ya no se me hace raro porque hemos hablado últimamente, pero el que me sorprende es el de Taehyung, no le contesto por ahora lo que mandó pero les mando a todos un mensaje para que vengan a desayunar a la casa, hice un gran buffet que sino se come hoy se echará a perder después.
La verdad no creía que me contestarían casi al instante, pero lo hicieron, de a poco lo fueron haciendo hasta recibir la última confirmación de Taehyung, todos aceptaron y estarían aquí antes de las nueve.

TOY [BTS] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora