08. Devolver el favor

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Min Yoongi

Cierro mi casillero y acompaño a Hoseok al suyo. Namjoon no vino hoy debido a su práctica imprevista de piano, además dijo que saliendo de ahí asistiría a una nueva galería que estaba ofreciendo un evento especial por su apertura oficial.

—Sé que ya debería estar acostumbrado, pero Nam siempre nos abandona por irse a ver ese poco de pinturas mal elaboradas a las que él llama arte.

Los afilados ojos de mi amigo me miran con reproche.

—Cuidado con lo que dices, que las paredes tienen oídos —regaña el rubio.

Ruedo los ojos y decido cambiar de tema.

—¿Te pasa algo?

—No. ¿Por qué?

Le miro. Esta vez soy yo quien le mira a él con ojos afilados. No me creo nada eso de que está bien, sobretodo porque, aunque generalmente es serio, hoy lo está especialmente más. Y se lo hago saber.

—No es nada, de verdad. Solo estoy cansado —resume y el suspiro que suelta al final es lo que no me termina de convencer.

—¿Seguro?

La tensión que refleja su postura me deja claro que no desea hablar al respecto, por lo que decido respetar su silencio y no inmiscuirme más de lo que debería. En su lugar, palmeo su hombro y demuestro mi apoyo de esa forma.

—Por cierto, quiero agradecerles a ti y a Nam por su ayuda del fin de semana.

—No es necesario, Yoon. Sabes que para eso están los amigos, para ayudarse y apoyarse mutuamente. No es necesario ni una obligación que tengas que hacerlo.

—Lo sé, pero aun así quisiera poder retribuirles.

Está por decir algo, pero justo es interrumpido.

—Min Yoongi, ¿podrías ayudarme con algo? —pregunta alguien a mis espaldas.

De inmediato, mi amigo fija sus ojos sobre mí y me susurra que me niegue. Paso saliva. Que problema tangrande tengo con esto de no poder negarme a ayudar a alguien; me siento estupido y sin carácter, pero aun así no sé cómo mejorar ese aspecto que juega en mi contra siempre.

Hoseok mantiene su mirada en mí, como si quisiera transmitirme su firmeza; pero es en vano.

—¿En qué puedo ayudarte? —pregunto dándome vuelta.

Quiero morir.

La chica, ahora frente a mí, sonríe y con todo la confianza que no le he permitido tener, toma mi brazo y lo engancha con el suyo. Han Soomi es conocida por ser insistente... y toda una bravucona. Podría decirse que ya entra en la categoría de bully.

—Quería saber si puedes, por si acaso, ayudarme con tu amigo —sus palabras distorsionan mucho con el tono de su voz, que claramente me está indicando que no es una petición, sino una orden.

Pestañeo, algo descolocado por su petición.

—¿Ayudarte con mi amigo? —asiente—. ¿Cuál de ellos?

—El que no está contigo ahora, Kim Namjoon.

—Imposible —esas no son mis palabras, son las de Hoseok.

—¿Por qué no? —es brusca a la hora de responder y aunque Hoseok es delicado en varios aspectos, hay otros en los que no.

Decido intervenir.

—No está interesado en las relaciones —resumo.

—Estás mintiendo —me sañala con evidente molestia.

—Lo siento, pero es verdad.

—No te creo. Seguramente estás celoso de que te haya llamado para que me ayudes con tu amigo en lugar de pedirte que salgas conmigo.

No quiero sonar grosero, más que todo porque es una chica y he sido criado con valores; pero en serio me está costando controlarme con ella. Y supongo que a Ho le pasa igual. Escucho a mi amigo suspirar, sin embargo continúa en silencio.

—No es lo que piensas.

—Es que no solo lo pienso, estoy segura —afirma erróneamente.

Muerdo el interior de mi mejilla. Intento buscar las palabras adecuadas para poder responderle, pero antes de eso ya Hoseok me está tomando por el hombro y apartándome a un costado suyo.

—Escucha bien, Han Soomi —le dice, el tono de advertencia en su voz me hace ver que ha llegado a su límite—. Si no quieres ser denunciada ante el consejo estudiantil por acoso, será mejor que retrocedas.

—¿Y quién eres tú para decirme lo que debo hacer o no?

—Para ti podré no ser nadie, pero estoy seguro de que si esto llega a oídos de nuestra presidenta —y con eso se refiere a Oh Bitna, por supuesto—, no habrá quién te libre de las consecuencias.

Estoy muy sorprendido con sus palabras. En parte tiene razón. Si Bitna se entera, ella no dudará en hacer algo hasta que Han sea sancionada; además, es la voz principal del consejo estudiantil y la influencia que posee tiene mucho peso sobre las decisiones que puede llegar a tomar el subdirector. Ella, por alguna razón, detesta con fervor el acoso y siempre que escucha que se dan este tipo de situaciones busca la manera de que se sancione a los abusadores.

—Vete al diablo —escupe Han para posterior a ello reunirse con el grupo de chicas, también bullys, que la espera dos salones más atrás.

—Estoy pensando seriamente en que debes de visitar un psiquiatra, amigo —Hoseok niega con la cabeza—. Ese problema tuyo de no poder negarte, algún día terminará por jugarte caro.

Guardo silencio, no sabiendo que responder, pero aceptando sus palabras como algo certero puesto que incluso Yunah me lo ha mencionado antes.

Dios, qué problema tan grande tengo.

Dios, qué problema tan grande tengo

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*Total de palabras: 883.

Holaaaaa, sé que ayer actualicé, pero hoy también quise hacerlo por el inicio de este nuevo mes

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Holaaaaa, sé que ayer actualicé, pero hoy también quise hacerlo por el inicio de este nuevo mes.

Para quienes leyeron la versión anterior, podrán notar los grandes cambios que hubo en este capítulo. Espero disfruten y pasen bonito fin de semana. Los loveo. ♡

𝐒𝐎𝐅𝐓 𝐁𝐎𝐘 ━𝐌𝐘𝐆 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora