13. Contacto visual

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Min Yoongi

—¿Qué pasa con Yunah? —cuestiona Namjoon ni bien llegar al salón—. No ha dejado de acosarme con preguntas raras —agrega cuando no respondo.

Suspiro. Ya me imagino un poco de qué va más o menos ese acoso a base de preguntas por parte de mi hermana.

—Llegó a casa justo cuando Oh Bitna iba de salida —resumo.

Los chicos saben perfectamente que me encuentro siendo el actual tutor de matemáticas de nuestra presidenta de clases, así que no es sorpresa para Namjoon cuando le hago mención de aquello. Aunque me sorprende que mi hermana siga preguntando sobre algo que sucedió hace varios días atrás, justo después de mi ataque de taquicardia.

Hace una mueca.

—Por favor, no me digas que tu hermana empezó a abordarla a preguntas.

—Afortunadamente, no fue el caso.

Suspira con alivio, como si fuera él quien estuviera en mis zapatos. De acuerdo, tanto Hoseok como él conocen a Yunah, así que saben a la perfección lo intensa que puede llegar a ser el chicle de mi hermanita.

—Qué bueno.

—¿Qué es bueno? —Hoseok nos intercepta con su pregunta apenas llega.

Namjoon no tarda en decirle lo sucedido y en respuesta el rubio lo único que hace es palmear mi hombro.

—Me compadezco tanto de ti, hermano —señala, y sé a la perfección que se refiere al hecho de que mi hermana no es como la suya.

Bendito seas, Jung Hoseok.

Aunque no debería compararlas, la verdad es que en raras ocasiones me he visto errando de esta manera. A veces me pregunto qué pasaría si mi hermana fuera más tranquila y calmada, así como lo es la noona de Hobi, pero luego me reprendo porque sé la razón de ser de Yunah.

Cortamos muestra plática en cuanto el profesor de Inglés ingresa y nos pide guardar silencio. Durante el transcurso de la clase no puedo evitarlo, y en varias ocasiones mi mirada se desvía hacia un punto en concreto: el cuerpo femenino de nuestra presidenta de clase. Estoy seguro de que Oh Bitna puede sentir mi intensa mirada sobre su espalda, aun así no se da vuelta en ningún minuto; supongo que le interesa más la clase que saber quién puede estar observándola o no.

A veces esa chica da miedo. Pero así como da miedo, también genera curiosidad. Sobretodo porque nunca he entendido el por qué de su poco acercamiento al resto de los compañeros, o por qué siempre parece que va a matarte con la mirada. Son muchas las dudas y curiosidades que levanta en cualquiera, más aún en mí. Sin embargo, a día de hoy tengo el atrevimiento —o más bien valor— de acercarme a ella para saciar todas mis dudas sobre su persona.

—Min Yoongi, ¿piensa seguir mirando a la señorita presidenta, o prestará atención a mi clase de una vez por todas?

Siento el calor en mis mejillas de inmediato. No me imaginé que fuera a ser tan obvio con mi escrutinio; aunque más que obvio, he sido muy despistado. Debido al llamado de atención por parte del profesor Ko, ahora todo el salón tiene sus ojos puestos sobre mí, dejándome esa terrible sensación de vergüenza floreciendo en mi interior.

Me pongo de pie de inmediato. Me siento abochornado, sin embargo eso no impide el que vaya a disculparme. Después de todo ha sido mi error y si no quiero ser citado en la sala de profesores, esto es lo mejor que puedo hacer.

—Lo siento mucho, profesor. No volverá a ocurrir —aseguro.

El señor Ko me mira con reproche, mas no dice nada, solo se da la vuelta y continúa remarcando ciertas palabras en el pizarrón.

Llevo aire a mis pulmones, desconociendo el momento en que dejé de respirar como es debido, y tomo asiento de nuevo. Hoseok, que hoy ha decidido ser mi compañero de asiento, propina un golpe en mi pantorrilla. Lo miro mal, pero él parece decidido a mirarme aún peor. Prefiero ignorarlo y esta vez sí presto toda la atención necesaria al resto de la clase.

En cuanto la clase termina y el profesor sale del salón, instintivamente volteo de regreso a donde se sienta Oh Bitna. Se me corta la respiración al momento en que sus ojos y los míos conectan. Algo en mi interior se remueve y me impide romper el contacto, y parece que ella parece sentirse igual que yo —o al menos, eso es lo que quiero creer— puesto que en ningún momento separa su mirada de la mía.

Quisiera hablar, decir algo, lo que sea, pero soy así de cobarde y no puedo hacer más que intentar expresar con mi mirada algo que ni yo mismo tengo claro.

Ahn Jiah susurra algo en su oído, lo que genera que la conexión termine. No obstante, me ha quedado ese sentimiento extraño clavado en el pecho. Ese que no he experimentado antes, pero que reconozco de inmediato.

—Estoy seguro de que le gusta —es Namjoon quien habla.

—No tengo dudas de ello —secunda Hoseok.

Mientras, yo continúo en silencio y al final, en lugar de responder, opto por arrojar mi cabeza contra la mesa.

Mientras, yo continúo en silencio y al final, en lugar de responder, opto por arrojar mi cabeza contra la mesa

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𝐒𝐎𝐅𝐓 𝐁𝐎𝐘 ━𝐌𝐘𝐆 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora