One-shots BNHA (Dabi, Bakugou, Hawks)

Dabi (tatuador, +18, parte final)

Akane no se esperaba tales gritos a la semana siguiente. Justo cuando acababa de entrar por la puerta del local de tatuajes, la chica del mostrador la miró con una sonrisa nerviosa mientras le daba la bienvenida. Tomó asiento en la pequeña sala de espera con la voz de Dabi de fondo y otra más grave y ronca acompañándola.

No alcanzaba a escuchar la conversación y por los nervios de la chica que estaba allí con ella no parecía ser la primera vez que una revuelta así ocurría. A los gritos que les unió fuertes golpes y los muebles chocando con la pared, Akane se puso de pie inmediatamente, pero la detuvieron.

-Por tu bien no entres ahí- dijo con advertencia, pero también algo preocupada como ella.

-¿Esto pasa siempre?

Ella asintió.

-Bueno, una vez al mes.

Akane luchaba para no ir a la parte de atrás del local y detener aquel enfrentamiento.

-¿Dabi está metido en problemas?

-No, pero...

Una puerta se abre de golpe y unos pasos se acercan a ellas.

En seguida, un hombre alto y fornido vestido de traje apareció en la sala de espera y las miró solo por un segundo, para después darse la vuelta y mirar a su espalda, a un Dabi cabreado y con la ropa arrugada, señal de una pelea. Akane pensó que seguramente aquel hombre la habría golpeado, pero en su cara no había muestra de nada.

-Te sugiero que pienses en lo que dije- dijo el hombre con total autoridad-. No pienso tolerar que uno de mis hijos se dedique a estropear su cuerpo y el de otros.

Akane miró a Dabi. Aquel hombre era su padre, y cuando se fijó con detalle les vio el parecido: ambos con los ojos del mismo azul brillante. Dabi era la viva imagen de su padre, a pesar del distinto color de pelo, nadie podría negarlo. Y desde luego, la diferencia en el comportamiento. Sin, embargo, Akane se fijó en algo más, aquel hombre le resultaba familiar, lo había visto alguna vez reunido con su difunto abuelo.

-Sigue intentándolo si quieres el resto de tu puta vida, pero no pienso dejar de hacer lo que me gusta solo porque esto no cumple tus expectativas.

Esa contestación no le gustó nada a su padre y su puño cayó con fuerza sobre el mostrador, asustando a la chica y haciendo que se alejara todo lo que podía. Aquel gesto limpió su mente de dudas, Akane sabía quién era aquel hijo de puta y su sangre hirvió.

-Maldito crío maleducado. No te crié para que tuvieras esta mierda de trabajo. ¿Por qué no eres como tus hermanos?

Dabi se atrevió a reírse.

-¿Te refieres a mis hermanos, los que tiemblan cuando te ven, los que no se atreven a hablar por miedo a que les levantes la mano? No me extrañaría que todos acabaran yéndose como lo hizo mamá.

Un puño se estrelló contra la cara de Dabi y este cayó hacia atrás por el impacto. La chica fue enseguida a socorrerlo, pero Akane tenía algo mejor que la fuerza física: el poder de su familia y el carácter de su abuelo.

-Eres un bastardo insolente. Debía haber sabido que no servirías para nada, eres un fracaso.

-Señor Todoroki- dijo ella alzando la voz con firmeza.

El hombre se giró entonces hacia ella, intentando en seguida intimidarla con su altura y fuerza.

-No te metas donde no te llaman, mocosa insolente.

-Acaba de cometer un acto de violencia contra su hijo delante de mí. Yo que usted actuaría con cuidado a partir de ahora.

Se acercó más a ella.