Dabi (lío de tres, +18)

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El verano llegó a su fin y el último año de universidad comenzó. Akane estaba ilusionada, en menos de un año tendría su diploma en la mano y un puesto de trabajo donde había hecho todas las prácticas. Se reencontró con sus amigos y la primera semana de clase vio caras y profesores nuevos, todos mencionando el trabajo final para sacarse la carrera.

En una de sus clases vio Keigo, el cual la abrazó y se sentó junto a ella en clase. Al parecer tenían algunas asignaturas en común a pesar de estar en diferentes grados. Ambos no pudieron evitar pensar en lo que pasó varios meses atrás, pero no fue incómodo: los dos quedaron en que lo habían pasado bien, pero nada más, seguirían con su amistad intacta. Al que no vio fue a Dabi. Le preguntó a Keigo y este le contestó que posiblemente estaría ocupado con el negocio familiar y que tardaría varios días en aparecer por el campus.

Akane estaba decepcionada, se moría por verlo y volver a sentir lo que había sentido en el trío, él era capaz de nublarle la mente y llevarla al séptimo cielo.

Cuando acabó la clase los dos se fueron en direcciones opuestas con la promesa de quedar algún día para tomar algo, tenían que hacer planes antes de que el año se volviera de trabajos y exámenes y no pudieron salir mucho. No tenía más clases ese día por lo que su primera semana llegó a su fin y podía disfrutar de su fin de semana.

Esa noche quedó con sus amigos para ir a cenar fuera e ir a bailar, disfrutando del buen tiempo antes de que llegara el frío. En aquella pequeña discoteca volvió a pensar en Dabi, incluso ojeó a su alrededor deseando que él se encontrara y se acercara a ella como había hecho al finalizar el curso anterior. Con sus tatuajes y su ropa oscura daba la imagen de chico malo desvirga hijas, el típico chico que los padres quieren mantener alejado.

Ya era demasiado tarde para ella, si sus padres descubrían lo que había hecho el último día de clases le mandarían que fuera a confesarse.

Cuando dieron por terminada la noche, volvieron a la residencia y Akane despidió a sus amigas en la puerta de sus habitaciones. Llevaba unas copas de más, pero sabía más o menos a donde iba, pero ese más o menos se convirtió en nada cuando chocó contra alguien y pasó por delante de su puerta sin percatarse. Se disculpó y siguió caminando hasta que llegó al límite entre el pabellón masculino y el femenino.

Cuando llegó a la que creía que era su puerta, intentó meter la llave en la cerradura, pero empezó a enfadarse cuando no conseguía el propósito. Sin embargo, su mayor sorpresa fue cuando la puerta se abrió y apareció una figura vestida solo con unos pantalones de pijama y un torso cubierto de tinta. Su visión estaba algo borrosa por el alcohol, así que no supo diferenciar de quien se trataba, solo veía una figura masculina con el pelo negro.

Akane se tambaleó un poco hacia delante, pero el desconocido la atrapó.

-¿Qué... haceeesss en mi... habitación?- preguntó arrastrando las palabras. No tenía recuerdo de beber tanto.

El extraño soltó una risita.

-Estas borracha perdida, ratón.

Akane miró enfadada al hombre y le golpeó en el pecho con poca fuerza.

-¿Cómoooo ssssabes lo de ratóóón...?- Le dio un poco de hipo, pero continuó-. Solooo Dabiii me llamaaa así.- Alzó la cabeza y se puso de puntillas para escrutar su rostro tanto como pudo, pero seguía viendo borroso-. No ereeessss Dabiiiii, él es mássss guapooooo...

Él se aguantaba la risa tanto como podía. Tenerla allí frente a él le recordó lo mucho que había echado de menos su compañía, y también su cuerpo. La repasó de arriba abajo, vestía una falda negra con una camiseta de tirantes blanca y una cazadora de cuero negra a juego con unas deportivas. Casual y sexy al mismo tiempo.

One-shots BNHA (Dabi, Bakugou, Hawks)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora